Durante la noche del 13 de noviembre unos hombres enmascarados asaltaron el Castillo de Windsor y robaron mientras la Familia Real británica dormía. Tal y como ha informado el periódico británico The Sun, los asaltantes robaron varios vehículos y maquinaria agrícola de la granja cercana al castillo.
Según informan los medios británicos, ni el Rey Carlos III ni la Reina Camila se encontraban en Windsor, pero sí el Príncipe Guillermo, Kate Middleton y sus hijos de 6, 9 y 11 años. Los Príncipes de Gales y sus hijos se encontraban durmiendo cuando unos hombres encubiertos por unas máscaras treparon un muro y entraron en la propiedad de Windsor.
Este asalto llega después de que las autoridades ordenaran retirar la Policía armada de las entradas del castillo, lo que dio carta blanca a los ladrones. Los asaltantes tenían la intención de robar coches y también maquinaria agrícola de la granja cercana al castillo. Para llevar a cabo el robo, los ladrones usaron un camión robado para forzar la puerta de seguridad del recinto, para así poder sacar la camioneta y los dos quads que se llevaron.
Tras lo ocurrido, se ha abierto una investigación policial. Hasta ahora no se han realizado detenciones. Las autoridades están revisando las grabaciones de las cámaras de seguridad y recopilando pistas que ayuden a identificar a los responsables del robo. La presión por esclarecer el caso es considerable, debido a la gravedad del incidente y el impacto mediático que ha causado en Reino Unido.
Los contratiempos de la Familia Real británica
Muchos han sido los contratiempos a los que la Familia Real británica ha tenido que hacer frente dos años después de la muerte de Isabel II. Han tenido que enfrentarse en varias ocasiones a la enfermedad: el cáncer de Carlos III, el de Kate Middleton también y lo más reciente, la infección pulmonar que atravesó Camila y que la obligó a cancelar todos los planes de su agenda. Y ahora el último contratiempo: el asalto de varios encapuchados al Castillo de Windsor.