Galería: La Familia Real Sueca en imágenes
Hasta el momento se ha visto en la realeza al Príncipe y la periodista en España, al Príncipe y a la abogada en Dinamarca o al Príncipe y la costurera en Noruega, pero lo que no se había visto era a un Príncipe casado con una mujer conocida por posar ligerita de ropa y participar en realities de dudosa reputación. Parecía imposible, pero el Príncipe Carlos Felipe de Suecia ha convertido en Princesa a la que fue su novia desde 2010, Sofia Hellqvist.
Un encuentro en un bar hizo saltar la chispa del amor y remover los cimientos de los Bernardotte, que tras acostumbrarse a tener como nuera y cuñada a la correcta, educada y estudiada Emma Pernald, no vieron con buenos ojos que Carlos Felipe se hubiera enamorado perdidamente de una chica que tenía en su haber el haber sido Miss Slitz 2004 tras desnudarse en esta revista y su participación en el reality show Paradise Hotel de TV4. Además, la Princesa Magdalena es muy amiga de Pernald, y nunca entendió que su hermano hubiese preferido a Sofia Hellqvist.
La guerra había estallado en la Casa Real Sueca y ponía el contrapunto negativo a un romance en el que todo era felicidad. Pese a la oposición de suegros y cuñadas, los Reyes se vieron obligados a confirmar que el Príncipe Carlos Felipe estaba saliendo con Sofia Hellqvist. Pronto muchos ciudadanos se mostraron contrarios a que en el futuro les representase una joven con tanta mácula en su corta pero dilatada carrera como celebrity. Ajenos a todo, la pareja se mudó a Djurgården, y pronto empezaron a compartir celebraciones con la Familia Real, que no tuvo más remedio que terminar aceptando a la entonces incómoda Sofia Hellqvist. Mientras se ganaba la confianza de los Bernardotte, ocurrió lo mismo con los suecos, a los que terminó ganándose con su soltura, su campechanía y simpatía.
Carlos Felipe de Suecia, se sintió cada vez más respaldado y enamorado de esta mujer que según ha confesado le ha hecho ver la magia del amor. Un poco desubicado en la vida, mientras atendía sus compromisos, que no son tantos debido a que ni es Rey ni es heredero, se dedicaba a practicar deportes de riesgo, y a volcarse en unos estudios con los que tampoco ha hecho mucho una vez los ha terminado. Por su parte, Sofia Hellqvist se preparaba para ser princesa y lavaba su imagen. En 2010 fundó junto a Frida Vesterberg la entidad Project Playground, con la que ayudan a niños y jóvenes a disfrutar de tiempo de ocio constructivo en su día a día y que ha desarrollado en Sudáfrica. Además de eso, esperaba con deseo que llegase el día en el que por fin se anunciase su compromiso matrimonial y pudiera ser una más dentro de una Familia Real que no paraba de celebrar eventos en los que ella ni estaba, ni se le esperaba.
El profundo amor que se profesaba la pareja y la presión del Príncipe Carlos Felipe provocaron que Sofia Hellqvist fuese invitada por primera vez en un acto de la Familia Real, un gran paso para Hellqvist, que veía poco a poco acercarse más a la posición que tanto anhelaba. Fue en el bautizo de la Princesa Estela el 22 de mayo. Después llegó la boda de su cuñada Magdalena, que se casó el 8 de junio de 2013 con Chris O'Neill, y un año más tarde estuvo presente en el bautizo de la Princesa Leonor, aunque siempre en un papel secundario al no ser ni esposa ni prometida.
Un largo camino hasta el altar
Durante esos años en los que consiguió tanto, sus problemas se acrecentaron con sus cuñadas, sobre todo con la Princesa Magdalena, ya que la Princesa Victoria siempre ha tenido una postura más conciliadora. Así, los enamorados tuvieron que lidiar con las reservas de la Duquesa de Hälsingland y Gästrikland, que provocaron más de una discusión entre los hermanos Bernardotte. Parece que con el tiempo, todos han hecho las paces.
Lo mejor estaba por venir y llegó en junio de 2014, cuando se anunció el compromiso matrimonial entre Carlos Felipe de Suecia y Sofia Hellqvist. La pareja, visiblemente feliz, habló del profundo amor que sentían el uno por el uno, no sería la última vez hasta su boda. Posteriormente llegaron los muchos actos oficiales a los que Sofia Hellqvist ya pudo ser invitada como prometida, incluidos los más solemnes e importantes. La pareja estaba radiante, vivía su mejor momento y se notaba en todas y cada una de sus apariciones, tanto oficiales como privadas.
Un año más tarde de que Casa Real comunicara el compromiso, Carlos Felipe de Suecia convierte por matrimonio a Sofia Hellqvist en Alteza Real, Princesa de Suecia, Duquesa de Värmland y en miembro de la Familia Real Sueca, a la que representará como acompañante del Príncipe Carlos Felipe, y quizás tenga sus propios compromisos cuando cuente con la experiencia necesaria para el cargo. Estos cinco años, de luces y sombras, han tenido un final feliz para este cuento de hadas, pero la historia de amor entre el Príncipe y la camarera-celebrity no termina, sino que inicia un nuevo y mejor capítulo, el más importante de sus vidas.