Froilán se quedó junto al hijo de Guti y otras personas en una urbanización ibicenca llamada Escuders cuya tranquilidad fue quebrada por unos delincuentes que entraron en la residencia. Estos individuos llevaban pasamontañas y armas, lo que no amedrantó al personal de servicio de la casa, que al descubrirles se enfrentaron a ellos. Los delincuentes escaparon de allí, dejando en su huida varios pasamontañas y gas somnífero. Sin embargo, se ha desmentido que Felipe de Marichalar estuviera en esa casa cuando se produjo el allanamiento.
Todo apunta a un robo
Fuentes de la Guardia Civil señalan que los autores del allanamiento pueden integrar una banda de crimen organizado que se habría enterado que esa noche podrían encontrar un buen botín en la casa. Al principio se pensó que se barajaban secuestro o robo. El secuestro sería a Felipe de Marichalar, hijo de la Infanta Elena, nieto del Rey Juan Carlos y sobrino del Rey Felipe. Algo que se ha acabado desmintiendo porque no estaba allí. De todos modos parece que el móvil sería el robo debido a que en esa casa había un reloj de lujo de la marca Richard Mille que podría valer más de un millón de euros.