Iñaki Urdangarin afronta con entereza los días previos a que la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo celebre una vista pública para escuchar a la Fiscalía y a las defensas de los condenados en el Caso Nóos que han recurrido sus penas. Será el miércoles 21 de marzo, día en el cuñado del Rey se lo juega todo.
Su abogado, Mario Pascual Vives, lucha contra viento y marea para que su cliente no entre en la cárcel pese a haber sido condenado a 6 años y 3 meses por los delitos de malversación, prevaricación, falsedad documental, fraude a la administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias. Su última baza es demostrar una irregularidad relacionada con un perito para que se anule el proceso y Urdangarin quede libre. Por su parte, la Fiscalía pide que la pena se eleve a 10 años.
La Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se sienten optimistas, tanto que incluso como señaló el abogado a LOC, no han pensado todavía en qué cárcel cumplirá su condena el exjugador de balonmano. Lo primero es que depende de lo que decida el Supremo, y después que siguen esperando que salga libre. Por otro lado, en declaraciones a LaSexta, Pascual Vives comentó: "Los futbolistas de élite están regularizando su situación con Hacienda por cantidades mucho más grandes en comparación con las de Urdangarin".
Por lo pronto, el 21 de marzo es la fecha clave, y tras escuchar a las partes, en menos de un mes se conocerá el destino del marido de la Infanta Cristina. Una vez el Supremo hable, si se mantiene la condena, Urdangarin tendrá que ingresar inmediatamente en prisión. En ese sentido, y aunque todavía no han buscado lugar en el que cumplir condena, se ha interesado por Zaballa (Álava), porque está cerca de donde reside parte de su familia.
Nada de Portugal
Si se fuera a una prisión catalana tendría cerca a otros parientes y amigos. Además, la Infanta Cristina viaja a Barcelona por su trabajo en LaCaixa un par de veces al mes, por lo que podría aprovechar para visitar a su marido. La que está descartada es la de Badajoz, por la que se planteó si los Urdangarin de Borbón dejaban Ginebra para mudarse a Lisboa.
Por su trabajo en LaCaixa no tendría problema, ya que ha seguido trabajando para la fundación de la citada entidad en Estados Unidos y en Suiza. Tampoco había pegas con su empleo en la fundación Aga Khan Development Network, que es la que le llevó a Ginebra. El motivo es que el Aga Khan, íntimo amigo del Rey Juan Carlos, compró un palacete en la capital portuguesa. En su momento se comentó que la familia se iría a vivir a Portugal, pero que al final se habían quedado en Ginebra por orden de Felipe VI, que habría cortado las aspiraciones de Cristina de Borbón.
La razón es bien distinta, ya que según el citado medio, quienes se opusieron frontalmente a trasladarse a Lisboa fueron los hijos de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Un nuevo desplazamiento terminaría por hartarles tras haber vivido en Barcelona, Washington, Barcelona otra vez y Ginebra, y además, están a gusto en Suiza. No contentos con ello, en el país helvético no les conoce nadie y pueden hacer un vida normal, algo imposible incluso en Portugal, donde todo o al menos casi todo el mundo sabe quiénes son.