La pequeña, que tan solo tiene unos días de vida, ha conseguido atraer la atención de los presentes en el partido.
El Rey Felipe se ha reunido con Almeida para acudir al Open de Madrid después de haber sido una de las grandes ausencias en la boda del Alcalde con Teresa Urquijo. En esta ocasión se ha sumado al público como un aficionado más para disfrutar de uno de los partidos de Rafa Nadal y ha protagonizado un momento muy tierno con uno de los rostros conocidos que ha pasado por ahí.
María Castro ha sido una de las celebrities que ha asistido al partido, y lo ha hecho muy bien acompañada por su marido y por su hija recién nacida Emma. Los tres se han sentado en la fila anterior a la del Rey Felipe y a él le ha resultado casi inevitable interactuar con los padres de la criatura, que ha acaparado toda la atención tanto del Monarca como del Alcalde y otras personas que se encontraban alrededor.No se sabe qué hablaron entre ello, pero sin duda alguna interactuaron por la pequeña, protagonista inesperada del momento. En las imágenes que han salido a la luz se puede ver cómo el Rey mira con ternura a la bebé, mientras que la actriz y su marido sonreían. También se ha podido ver cómo Almeida sonreía en dicho momento, formando parte de esta charla distendida e inesperada.
Asimismo, antes de este encuentro, también se han acercado a conocer al bebé otros rostros conocidos, como Roberto Leal o Pablo Motos. Ha sido una sorpresa ver a la actriz gallega en un encuentro deportivo como este cuando tan solo han pasado veinte días desde que dio a luz a su tercera hija. Para la ocasión han decidido ir solo con ella, quien requiere todos los cuidados de su padre, sobre todo de su madre que ha optado por la lactancia materna, por lo que es muy demandante y apenas se puede separar de la niña. Cómo fue su llegada al mundo
La actriz, que siempre ha sido muy natural, ha contado a través de las redes sociales cómo ha vivido todo esta experiencia, cómo fue su parto y cómo llegó su hija al mundo, puesto que llegó velada porque su bolsa aún no se había roto cuando fue sacada en la cesárea. Se trató de un momento mágico que duró unos segundos y que ella ha narrado con detalle.