Hace menos de una semana, el mundo entero se hacía eco de la trágica noticia sobre la muerte de la Reina Fabiola de Bélgica, a sus 86 años. La edad parece no perdonar a nadie y el paso de los años habían hecho que la salud de la monarca se deteriorase drásticamente. "Últimamente necesitaba respiración mecánica. Lo único que puedo decir es que ha muerto en su casa, el Castillo de Stuyvenberg", aseguraba el portavoz de la Casa Real, Rafike Yilmaz.
Envuelta en varias polémicas sobre sus fundaciones
Por ello, se llevará a cabo la realización de un inventario del patrimonio privado de la reina, que determine la cantidad exacta que irá a parar a esta organización. A pesar de no tener descendientes directos, sus posesiones serán legadas no a sus sobrinos sino a una entidad caritativa. Un hecho que ha levantado sospechas sobre una posible "limpieza de imagen" de la propia monarca.
¿Por qué?, todo parece remontarse a las revelaciones sobre la creación de tres fundaciones diferentes para que su legado estuviera dirigido directamente a sus parientes, sin la necesidad de pagar los altos impuestos de sucesión establecidos en el país belga.
Y es que, según el diario Le Soir, los derechos de sucesión son "claramente menos importantes" si se trata de una fundación y no de un legado clásico, como ocurre con este caso. Un hecho que pasa a formar parte del pasado y que deja como protagonista a una acción de caridad.