Las preguntas han sido muchas, y buscando resolverlas, los Duques de Sussex han respondido a una serie de cuestiones sobre cómo será su vida, si seguirán representando a la Corona, cómo se han financiado hasta el momento del comunicado o cómo cambia su relación con la prensa.
Financiación
La pareja real ha querido matizar que la financiación pública "nunca se ha utilizado, ni se utilizará para gastos privados de los Duques de Sussex, y que tampoco reciben ningún privilegio fiscal". Los viajes privados se han pagado y se pagarán de su bolsillo, mientras que los desplazamientos derivados de su apoyo a la Corona se cargaran al fondos públicos destinados para tal fin. Para dar ejemplo, tomarán vuelos comerciales y vehículos poco contaminantes siempre que sea posible por razones de seguridad. Precisamente la seguridad la tienen cubierta, ya que sean miembros importantes o secundarios de la Familia Real Británica, el Ministerio del Interior tiene que asignarles escoltas.
Para reafirmarse con su decisión de trabajar al margen de la Institución, los Duques de Sussex señalan que otros miembros de la Familia Real obtienen ingresos privados al margen de su compromiso con la Corona. En este caso se encuentran el Príncipe Michael y la Princesa Michael de Kent, mientras menores de la Casa Real Británica que tienen que autofinanciarse. Olvidan otro caso, el de los Condes de Wessex, que intentaron hacer lo mismo con resultados catastróficos que provocaron que la Reina Isabel les obligara a representar a la Corona a tiempo completo.
Así, los Duques de Sussex seguirán obteniendo rentas del Ducado de Cornualles e ingresarán por los trabajos al margen de la Corona que realicen. A todo esto hay que sumar que cuentan con una fortuna que supera los 30 millones de euros. El mayor monto viene del patrimonio del Príncipe Harry a través de las herencias de Lady Di y de la Reina Madre, más lo que ha ganado como miembro de la Familia Real Británica a tiempo completo y el citado fondo proveniente del Ducado de Cornualles. En cuanto a ella, ha obtenido una fortuna con su trabajo en la serie 'Suits', más lo que facturó en otros trabajos anteriores como actriz. Además, está el dinero que se genera para los intérpretes en concepto de derechos de imagen cuando la serie se vuelve a emitir. Seguridad económica no les va a faltar.
Compromiso con la Corona
Desde que el Príncipe Harry y Meghan Markle se casaron el 19 de mayo de 2018, ambos representaron a la Corona a tiempo completo. No era posible nada más. Al completar su transición, seguirán participando activamente en acto oficiales representando a la Reina Isabel tanto en Reino Unido como en los países de la Commonwealth: "Continuarán haciéndolo con orgullo apoyando a sus patrocinadores y llevando a cabo trabajos para la Casa Real dentro del Reino Unido o en el extranjero, según lo solicitado".
Su compromiso con la Monarca y con la Corona es máximo. No solo alaban la Monarquía, aseguran que el coste para los contribuyentes de tener Monarquía es de una libra al año, mientras que la existencia de la Familia Real Británica genera enormes ingresos derivados del turismo. "El Duque y la Duquesa de Sussex creen profundamente en el papel de la Monarquía y tienen un compromiso inquebrantable con la Reina. Su labor seguirá reflejando su sentido del deber hacia la Corona".
En cuanto a la Commonwealth, ejercen como presidente él y vicepresidenta ella de The Queen's Commonwealth Trust. Asimismo, el Príncipe Harry fue designado por la Reina como Embajador de la Juventud de la Commonwealth en 2017. Su labor no se extingue y seguirán trabajando incansablemente a favor de la Mancomunidad de Naciones derivada del antiguo Imperio Británico.
Frogmore Cottage seguirá siendo su hogar
Los Duques de Sussex han explicado que dejaron Nottingham Cottage en los terrenos del Palacio de Kensington al quedarse pequeño para formar una familia. Si se mudaban al Apartamento 1 de Kensington Palace sería necesario haber invertido 4 millones de libras en unas reformas que califican de necesarias y entre las que destaca la eliminación de asbesto. "Esta residencia no habría estado disponible para ellos hasta el cuarto trimestre de 2020". Por ello, la Reina ofreció a los Duques de Sussex Frogmore Cottage, que estaba en proceso de reforma y estaría lista antes del nacimiento de su hijo Archie Harrison, como finalmente sucedió. "El costo de renovación equivalía al 50 por ciento de la propiedad originalmente sugerida para su residencia oficial propuesta en el Palacio de Kensington". Sumado a que el coste de la reforma era menor, se optó por la mudanza a Frogmore Cottage. La renovación fue pagada por The Sovereign Grant por el compromiso de la Casa Real Británica con el mantenimiento de los palacios históricos, aunque "los gastos relacionados con muebles y accesorios en la residencia propiedad de Su Majestad la Reina fueron financiados por los recursos privados de los Duques de Sussex".
A pesar de que en su comunicado comentan que vivirán entre Reino Unido y Norteamérica, sin especificar si será en Canadá, en Estados Unidos o en ambos países, los Sussex aseguran que mantendrán su residencia en Frogmore Cottage siempre y cuando la Reina Isabel les siga dando permiso: "Continuarán utilizando Frogmore Cottage como su residencia oficial, ya que seguirán apoyando a la Monarquía. Servirá también para que su familia siempre tenga un lugar al que llamar hogar cuando estén en Reino Unido".
Relación con los medios de comunicación
La guerra de los Sussex contra determinados medios de comunicación ha pesado en su decisión. A partir de la primavera de 2020, la pareja ofrecerá un acceso abierto a su trabajo. En relación a ello, se invitará a prensa especializada en función del compromiso, se seguirá compartiendo información a través de las redes sociales y se dará acceso a medios de comunicación rigurosos. Dejarán de participar en el Royal Rota System, establecido cuatro décadas antes de la entrada de Meghan Markle en la Familia Real Británica y que favorece a medios como The Daily Express, The Daily Mail, The Daily Mirror, The Evening Standard, The Telegraph, The Times y The Sun. "El Duque y la Duquesa han optado por revisar su política de medios para reflejar tanto su próximo cambio como miembros de la Familia Real con independencia financiera, como su deseo de remodelar y ampliar el acceso a su trabajo".
"Los corresponsales de la Casa Real en Gran Bretaña son considerados internacionalmente como fuentes creíbles sobre la labor y la vida privada de la Familia Real Británica. Este concepto erróneo impulsa la cobertura que a menudo llega a otros medios de todo el mundo, lo que provoca que se propaguen noticias poco rigurosas", aseguran los Sussex, que acusan no a los corresponsales, sino a equipos editoriales. Pese a todo ello, no están en contra de los medios, sino de determinado tipo de prensa que les ha hecho daño y recuerda que han colaborado con diversas cabeceras: "El Duque y la Duquesa creen en una industria de medios libres y fuertes que defiende la precisión y fomentan la inclusión, la diversidad y la tolerancia. Los Duques de Sussex han colaborado con organizaciones de medios que incluyen Time Magazine, National Geographic, The Daily Telegraph y Vogue UK, entre otros. Sus Altezas Reales reconocen que sus roles como miembros de la Familia Real despiertan interés, y agradecen las noticias precisas y honestas". Finalmente, aseguran que como todo el mundo, valoran su privacidad personal y familiar.
La incógnita de su Fundación y su trabajo privado
Los Duques de Sussex empezaron a marcar su camino cuando la Royal Foundation se rompió en dos. Los Duques de Cambridge se quedaron con ella, mientras que el Príncipe Harry y Meghan Markle iniciaron el proyecto en el que tantas esperanzas han puesto. Es precisamente su labor en esta entidad y el trabajo privado que puedan desarrollar lo que supone la gran incógnita de esta vida distinta y que se irá viendo conforme pase el tiempo.
Los motivos de la decisión
Así, queda claro que los Duques de Sussex tienen una manera de hacer las cosas que choca con la rigidez de la Casa Real Británica. Quieren mejorar el mundo y para ello prefieren sentirse libres y trabajar tanto en los proyectos que estimen con su fundación caritativa como a través de los patrocinios que ostentan como miembros de la dinastía Windsor. Son conscientes de que tienen potencial para hacer dinero que destinar no a sus arcas privadas, o eso se espera, sino a las labores que consideran que son necesarias en el mundo y que pueden canalizar mediante su fundación. Además, sienten que serán más libres si no pueden ser criticados por ser mantenidos por los impuestos de los contribuyentes británicos.
Saben que están sujetos a unas normas, pero quieren reinterpretar algunas, como la relación con los medios de comunicación. Les han afectado las críticas y no han sido felices en un momento de su vida en el que deberían haberlo sido. Por ello optan por vivir entre los dos lados del océano Atlántico y seguir representando a la Corona, pero marcando sus límites. Quieran o no, les espera una vida en la que serán entre royals y celebrities, con todo lo bueno y todo lo malo que ello implica.