Cada 31 de agosto el mundo, o al menos una parte de él, recuerda aquella fatídica noche en París en la que murió Lady Di. Entre esos millones de personas que siguen acordándose de la Princesa Diana están los que más la querían y la echan de menos: sus hijos, el Príncipe Guillermo y el Príncipe Harry.
En el día en el que se cumplieron 23 años sin Lady Di, el Duque de Sussex quiso tener un detalle a modo de recuerdo. Abandonó por unas horas su mansión en Santa Barbara para trasladarse con Meghan Markle al Preschool Learning Center de Los Angeles para hacer una visita a los niños y niñas que allí estudian. La elección no es casual debido a que se trata de un centro que apoya a niños desfavorecidos.
"Los niños de nuestro Preschool Learning Center se llevaron una maravillosa sorpresa cuando nos visitaron los Duques de Sussex. Además de ayudar a los niños a replantar el jardín del Preschool Learning Center, pasaron tiempo con ellos, compartieron su aprecio por la naturaleza y les ayudaron a inculcar la importancia de una alimentación saludable", señaló el centro educativo para dar las gracias e informar sobre la visita.
Nomeolvides, la flor favorita de Lady Di
Protegidos con mascarillas, los Duques de Sussex plantaron flores en los espacios habilitados para la vegetación en la escuela. Entre las flores que crecerán en el jardín se encuentran las nomeolvides, la flor favorita de Lady Di y que se asocia como la flor del amor desesperado o el amante eterno.
Los Duques de Sussex tienen muy presente esta flor que tanto gustaba a Diana de Gales. El Príncipe Harry cortó nomeolvides de los jardines de Kensington Palace para que estuvieron en el ramo de novia que lució Meghan Markle en su boda. Además, en el primer Día de la Madre que la Duquesa de Sussex vivió con su hijo Archie, mostró una imagen en la que se veían sus manos, los pies del niño y unas nomeolvides. Todo ello son gestos con los que el Príncipe Harry tiene presente a su madre.