El Príncipe Harry y Meghan Markle sobrellevan el confinamiento desde su residencia en Los Angeles. Después de sus actos finales como miembros de la Casa Real Británica, con los que cumplieron hasta el 9 de marzo de 2020, y de su salida oficial del 31 de marzo, se esperaba que dejaran Canadá para instalarse en Estados Unidos, y así ha sido. Los Duques de Sussex atravesaron la frontera antes de que los dos países decretaran el cierre para contener la propagación del coronavirus y se instalaron en Los Angeles. Allí se han enfrentado al aislamiento que sufre gran parte del mundo, aunque en mejores condiciones que la mayoría al encontrarse en una mansión en Malibu.
El primer disgusto para la Duquesa de Sussex ha sido el no poder estar con su madre, Doria Ragland, a la que por fin podría ver de forma regular al vivir en la misma ciudad. Sin embargo, debido al necesario confinamiento, se están comunicando con videollamadas, como han tenido que hacer durante estos años en los que vivían en países distintos.
El Príncipe Harry no quiere pedir la Green Card
Por otro lado, se ha sabido que a pesar de que la estancia de los Duques de Sussex en Los Angeles estaría llamada a ser permanente, el Príncipe Harry no se plantea pedir la Green Card, es decir, la tarjeta de residencia permanente en Estados Unidos. Como señala The Times, el Duque de Sussex no se plantea dar el paso debido a que tendría que pagar sus impuestos en Estados Unidos en lugar de Reino Unido. Además, si pidiera la doble nacionalidad tendría que renunciar a sus títulos, algo a lo que tampoco estaría dispuesto por mucho que haya acordado no usar su tratamiento de Alteza Real y que diga que le llamen Harry y no Príncipe Harry.
De todos modos, el hijo del Príncipe de Gales tiene opciones. Podría haber entrado en el país con una visa de 90 días. También es posible que hiciera uso de una visa diplomática especial, aunque debido a su elevada posición económica y a sus planes, podría haber apostado por un permiso para aquellos que están dispuestos a invertir en Estados Unidos o con aptitudes extraordinarias.
Haya entrado como haya entrado, lo importante para ellos es que ya están allí. Sin embargo, los planes inmediatos no pasan por invertir ni aportar nada. Los Duques de Sussex se están tomando un descanso antes de lanzar su propia organización benéfica y su marca. Después del ajetreo vivido, de todas las emociones a las que han tenido que enfrentarse y de la necesidad de enfocarse en los proyectos a los que van a dedicarse, quieren descansar y centrarse en su hijo Archie antes de afrontar su vida posterior al Sussexit.
Como ya dijeron en su despedida en Instagram, seguirán trabajando aunque se tarde en verles. No corren buenos tiempos debido a la pandemia, además de que poner en marcha su marca y su entidad benéfica no es fácil y necesitan dar los pasos correctos para no equivocarse, como hicieron al anunciar de forma unilateral su decisión de ser financieramente independientes y de dejar de ser royals senior. El acuerdo del Sussexit fue más duro de lo que esperaban y no les quedó otra opción que aceptarlo para obtener la libertad que tanto ansiaban. Esa libertad no es un descanso, y aunque siguen trabajando duro en la sombra, también tienen claro que la mayor parte de su tiempo debe ir para pasar tiempo en familia y perfilar la vida que quieren llevar.