Encuentros y saludos familiares
La Abadía de Westminster se engalanó para el tradicional servicio religioso que se realiza en honor de la Mancomunidad de Naciones surgida una vez que el imperio británico fue historia. Mientras las campanas repicaban, los miembros de la Casa Real Británica llegaron por orden de rango. Los primeros en aparecer fueron uno de los activos de la Corona que han tomado relevancia tras el Sussexit, el Príncipe Eduardo y Sophie Rhys-Jones, Condes de Wessex.
Después han llegado los más esperados: los Duques de Sussex. Una vez más no han defraudado, sobre todo Meghan Markle, que además de lucir la sonrisa que no ha borrado de su rostro desde que comenzó su maratón de actos oficiales de despedida en Reino Unido, ha deslumbrado con un vestido verde esmeralda de Emilia Wickstead, una marca a la que por cierto suele recurrir la Duquesa de Cambridge. Lo más llamativo ha sido la capa asimétrica que ha dado un toque a su look. El tocado a juego lo firma William Chambers, mientras que el bolso es de Gabriella Hearst y los zapatos de su firma favorita el calzado: Aquazzura. Asimismo, el Príncipe Harry ha ido a juego con Meghan Markle con el forro de su chaqueta, que era del color de su vestido.
No han tardado en aparecer los Duques de Cambridge. Kate Middleton iba radiante con un abrigo burdeos de Catherine Walker que había lucido en la Misa de Navidad de 2018 en Sandringham. Aunque iba muy elegante, sabía que debía ceder el protagonismo a nivel estilístico a su cuñada, y así ha sido.
En el interior del templo se ha producido el esperado encuentro entre los brevemente llamados Fab4 de la realeza. Es posible que haya habido encuentros privados y tampoco era cuestión ni de ignorarse, ni saludarse con demasiada efusividad. Al final optaron por dedicarse sonrisas y saludos a distancia.
Mientras esperaban, Meghan Markle charlaba animadamente con el Príncipe Eduardo, conversación a la que se unió el Príncipe Harry cuando ella le tocó el brazo para que se introdujera. Por su parte, la Duquesa de Cambridge compartió impresiones con la Condesa de Wessex, que estaba justo detrás de ella, antes de seguir hablando con el Príncipe Guillermo.
Los últimos en llegar fueron el Príncipe de Gales, la Duquesa de Cornualles y justo después, la Reina Isabel. Las fanfarrias sonaron para recibir a la Monarca, que se colocó con su heredero y la consorte de este detrás para escuchar el Himno Nacional. Solo ellos tres participaron en la procesión hasta su asiento. Una vez allí dio comienzo el servicio religioso, en el que cantó Craig David y tuvo como invitadas a Geri Halliwell y su hija. Y una vez terminó, con la salida del Príncipe Harry y Meghan Markle terminó una era breve, pero muy intensa para la Casa Real Britanica.