El Príncipe Harry y Meghan Markle estarían planteándose la venta de la mansión del Montecito de Santa Bárbara, una de las más selectas de California, donde también residen estrellas como Ellen DeGeneres, Oprah Winfrey, Ariana Grande o Gwyneth Paltrow, en la que se instalaron a mediados de 2020. Ahora, los Duques de Sussex, estarían buscando una nueva vivienda en la que continuar su vida fuera de la Familia Real británica.
El Príncipe Harry y Meghan Markle en Nueva York en su vuelta a la vida públicaAlgunas fuentes cercanas a la pareja aseguran que ya no están encantados con la casa ni con la ubicación, pero no parece que la venta vaya a ser sencilla, ya que su valor se estima en 13 millones de euros. Una cantidad más que razonable teniendo en cuenta las características de la propiedad que Harry y Meghan quieren cambiar por una nueva casa que se ajuste más a sus necesidades y gustos personales.
Algunos detalles de la mansión
La propiedad cuenta nueve suites, 16 cuartos de baño, piscina privada, spa, sauna y bodega privada y se encuentra en una de las urbanizaciones más exclusivas del mundo, que cuenta con todo tipo de mecanismos de seguridad para proteger a sus exclusivos y adinerados vecinos. Aunque aún no se han revelado más detalles de la venta, desde el entorno de la pareja, aseguran que la vivienda no estará en ninguna agencia inmobiliaria.
El Príncipe Harry y Meghan Markle con su hijo Archie en SudáfricaEsta decisión evitaría que se revelen los detalles de su actual residencia a la espera de encontrar una nueva vivienda. Por ahora, los Duques de Sussex estarían planeando enseñar solo la vivienda a aquellas personas con capacidad económica suficiente como para poder asumir la compra y evitar que se puedan filtrar detalles que puedan perjudicar la venta y su imagen personal.
La nueva residencia de los Duques de Sussex podría establecerse cerca de la actual con el objetivo de esquivar algunas incómodas visitas que han tenido que soportar desde que se establecieran en esta lujosa vivienda, como la de algunos fans desesperados por conseguir una foto con la pareja y periodistas ansiosos de más información sobre ellos y su entorno.
