El regresaba a su casa de una fiesta cuando se topó con el accidente y quiso intervenir, y así lo ha contado: "Cuatro personas, dos de ellas aparentemente muertas, sin reacción, sin respiración, y las otras dos, del lado derecho, estaban vivas pero en estado grave. El pasajero delantero gritaba, respiraba. Podía esperar unos minutos. Y la pasajera, la señorita, estaba de rodillas en el piso del Mercedes, tenía la cabeza gacha. Tenía dificultad para respirar. Necesitaba ayuda rápida".
"Alguien detrás de mí me dijo que las víctimas hablaban inglés, así que comencé a hablar inglés, dije que era médico y llamé a la ambulancia. Traté de consolarla", ha seguido contando, añadiendo que en ese momento aparecieron las cámaras de los paparazzi, que querían documentar lo que había pasado. Después, una investigación británica descubrió que el chofer de Diana, Henri Paul, estaba borracho y conducía a alta velocidad para eludir a los fotógrafos que la perseguían. "No me impidieron tener acceso a las víctimas... No les pedí ayuda, pero no interfirieron con mi trabajo", ha contado el médico sobre los fotógrafos.
Piensa que no hizo la suficiente
Los bomberos llegaron rápidamente y Lady Di fue llevada a un hospital de París, donde murió unas horas después. Su acompañante Dodi Fayed y el conductor también fallecieron."Fue un gran impacto saber que ella era la Princesa Diana y que murió", ha contado el médico, quien dudó de sí mismo, porque cree que no hizo todo lo posible para salvarla: "¿Hice todo lo que pude para salvarla? ¿Hice correctamente mi trabajo? Consulté con mis profesores de medicina y con los investigadores de la Policía".