El coronavirus sigue haciendo estragos en Europa, y si bien la mayor parte de la población se mantuvo a salvo de la enfermedad durante casi dos años, con la aparición de la variante Omicron, que se ha demostrado que tiene una capacidad de contagio enormemente más alta que las anteriores, los casos han subido de una forma nunca antes vista.
Si la Familia Real Sueca se ha visto afectada casi al completo con los positivos de los Reyes de Suecia y de los Príncipes Victoria y Daniel, en Grecia con el del Rey Constantino, en Holanda con la Princesa Beatriz o en Dinamarca con la Princesa Mary, en Luxemburgo la enfermedad afectó primero al Gran Duque Enrique, para llegar después a su hijo y heredero, el Príncipe Guillermo.
Padre e hijo
El 4 de enero de 2022 la Casa Gran Ducal anunció que el Gran Duque de Luxemburgo había dado positivo. Afortunadamente tenía síntomas leves, por lo que seguiría adelante con sus funciones, eso sí, cumpliendo con la obligatoria cuarentena. Justo una semana más tarde se confirmó que el Gran Duque Heredero también ha dado positivo.
"Después de una autoprueba que resultó positiva, Su Alteza Real el Príncipe Heredero entró en autoaislamiento. Una prueba PCR realizada posteriormente confirmó el resultado positivo y Su Alteza Real permanece en aislamiento, de conformidad con lo dispuesto en la reforma de la ley de 17 de julio de 2020 sobre medidas para combatir la pandemia de COVID-19", señaló la Casa Gran Ducal.
"Su Alteza Real no tiene síntomas y está bien. Reanudará sus funciones al final del período de aislamiento", añadió el comunicado. De este modo, Guillermo de Luxemburgo, que como su padre está completamente vacunado, ha pasado la enfermedad de forma asintomática, mientras que Enrique de Luxemburgo tan solo tiene síntomas leves.