Ocurría el sábado 10 de septiembre, dos días después del fallecimiento de la Reina y el mismo día en el que Carlos III era proclamado oficialmente como nuevo Rey. En la agenda de la familia real estaba previsto que los ahora Príncipes de Gales saliesen del Castillo de Windsor para ver la ofrendas florales y regalos depositados allí el homenaje a su abuela. En cambio, lo que nadie se esperaba era que lo hicieran en compañía del Príncipe Harry y Meghan Markle.
Nada más bajarse de los coches que les llevaron hasta casi la salida antes de hacer el último recorrido a pie, las dos parejas mostraron un comportamiento diferente, pero unidos por el luto que vestían y sentían. Mientras que los Duques de Sussex se permitieron mostrarse más cercanos, cogidos de la mano y haciéndose muestras de cariño; los Príncipe de Gales eran más protocolarios, marcando algo de distancia entre ellos.
Un imagen de unión que hacía 2 años y medio que no sucedía
Tal y como apuntan medios ingleses, habría sido el Príncipe Guillermo el que tomó la iniciativa de invitar a su hermano y su cuñada a unirse a ellos en un momento tan simbólico como este. Una rama de olivo entre los Príncipes en un momento de gran relevancia para la familia al suponer un importante cambio para ellos. Una unión que, por cierto, habían mostrando minutos antes otros miembros de la familia, ellos a las puertas del castillo de Balmoral en el que descansa todavía el cuerpo de la Reina Isabel II hasta este domingo 11 de septiembre.