El pequeño llegó al mundo el pasado 21 de octubre de 2022, según ha anunciado la Casa Imperial Rusa, y tanto la madre como el hijo se encuentran bien.
Un año después de la gran boda en San Petersburgo de los Grandes Duques de Rusia, Jorge y Victoria Romanov, la Familia Imperial rusa ha dado la bienvenida al pequeño Alexander, Príncipe heredero al trono imperial ruso, tras la figura de su padre, el Gran Duque de Rusia. La noticia la ha dado la abuela del pequeño, la Gran Duquesa María Vladímirovna Románova, a través de un comunicado en el que anuncia la llegada del pequeño al mundo este 21 de octubre de 2022 en Moscú, y que tanto la madre como el bebé "están bien".
El nombre del pequeño ha sido elegido en honor a su antepasado, el Príncipe Alexander Nevski de Nóvgorod. La Casa Imperial rusa quiso celebrar su memoria el pasado 2021 a través de una ceremonia conmemorativa de su 800 cumpleaños, a la que acudieron los Grandes Duques de Rusia. En el comunicado también se explica que en "el nacimiento del bebé estuvo presente el padre" y la Familia Imperial ha querido agradecer al personal médico del hospital su gran trabajo trayendo al pequeño Alexander al mundo. La pareja anunció que estaban esperando a su primer hijo, que se convertiría en el primer nieto de la Gran Duquesa, el pasado mes de mayo, poco más de medio año después de darse el 'sí, quiero'. Aunque la noticia se filtró a los medios antes de que pudieran anunciarlo oficialmente, debido a la incipiente tripita que ya comenzó a lucir la Gran Duquesa durante sus vacaciones en Italia. Poco después de anunciar que esperaban un bebé, la pareja comunicó que se trataba de un niño. El Príncipe Alexander, así como su padre, el Gran Duque Jorge, descienden del Zar Alejandro III de Rusia, así como también de la Reina Victoria de Reino Unido y de Cristián IX de Dinamarca. Además, por parte de padre también son descendientes del Kaiser Guillermo II de Alemania, último emperador de Alemania y bisabuelo de la Reina Sofía.
Primera boda Romanov en un siglo
La de la Gran Duquesa y el Gran Duque fue la primera boda de la familia Romanov que se celebró en suelo ruso en un siglo. A la ceremonia, que duró tres días, acudieron algunos de los hombres y mujeres más importantes del mundo, procedentes de la aristocracia y de las Casas Reales y dinastías más emblemáticas de dentro y fuera de Europa.
La madre del pequeño, Rebecca Bettarini, hija del embajador italiano Roberto Bettarini, cambió su nombre al de Victoria Romanóva al aceptar casarse con el Gran Duque y convertirse a la religión ortodoxa. Con el nacimiento de su primer hijo, se ha convertido en la madre del heredero al trono ruso, ya que la abuela del pequeño es la portadora de los derechos dinásticos de la Casa Romanov.