De no haber abdicado el 7 de octubre de 2000, el Gran Duque Juan de Luxemburgo ostentaría en la actualidad el récord de soberano más longevo del mundo (la Reina Isabel II de Inglaterra es cinco años más joven que él), pero en lugar de eso vive una vida tranquila y sin preocupaciones en el Castillo de Fischbach.
Debido a su delicado estado de salud sus apariciones públicas son muy reducidas, pero nunca renuncia a celebrar su cumpleaños. Llega un momento en el que cada año que sumas es sinónimo de vitalidad, como es su caso. Es por ello que con ocasión de su 98 cumpleaños gran parte de su familia ha decidido reunirse para homenajearle.
Hasta el Castillo de Berg se desplazaron el pasado sábado 5 de enero numerosos miembros de la Familia Real de Luxemburgo, entre los que destacaron los Grandes Duques Enrique y María Teresa junto a dos de sus hijos: el Príncipe Luis y la Princesa Alejandra. Junto a ellos también otro de los hijos del homenajeado, el Príncipe Luis de Luxemburgo, y su nuera la Princesa Sibila.
No era fácil reunir a sus 22 nietos y 10 bisnietos, aunque sin duda las ausencias más destacadas han sido las de los otros tres hijos del Gran Duque Enrique por tratarse del 'núcleo duro' de la Familia Real. No acudieron ni el Príncipe Heredero Guillermo ni el Príncipe Félix ni el Príncipe Sebastián. ¿El motivo? Desconocido.
La felicitación más especial y emotiva
El 'plantón' de sus nietos contrasta sin duda con el caluroso mensaje que Tessy Antony (exmujer del Príncipe Luis) dedicó al cumpleañero en su Instagram acompañado de una foto en la que se ve al Gran Duque Juan junto a su bisnieto, el Príncipe Gabriel: "Feliz cumpleaños al ser humano más maravilloso que he conocido (...) Él es el mejor bisabuelo que podría haber imaginado para mis dos ángeles. Me hace feliz que Gabriel y Noé tengan una relación tan cercana con él".
En pleno proceso de divorcio y entre tensiones con la Familia Real, la exsoldado continúa la felicitación con unas palabras bastante elocuentes: " Él fue el único que me recibió con los brazos abiertos desde el primer momento y me acogió en su familia. Gracias a él nunca me sentí una extraña, sino una más".