Las tragedias no entienden de raza, sexo, religión ni condición social y afectan tanto al pueblo como a las Familias Reales. Una de las que más han tenido que lidiar con la adversidad es la Monegasca, que el 14 de septiembre de 1982 perdió a uno de sus miembros, la Princesa Gracia, que falleció a los 52 años tras sufrir un accidente de tráfico. Ya nada fue igual en el pequeño Principado, que adoraba a su Princesa, ni tampoco para el Príncipe Rainiero, que quedó devastado tras la muerte de su esposa, como no fue fácil para sus tres hijos, los Príncipes Carolina, Alberto y Estefanía, que en el momento del fallecimiento de su madre contaban con 25, 24 y 17 años.
La Princesa se fue, al igual que la actriz se había marchado para siempre 26 años atrás, pero quedó el mito de Grace Kelly, Princesa de Mónaco, cuya vida fue muy intensa durante los casi 53 años en los que estuvo en la tierra. Grace Patricia Kelly nació el 12 de noviembre de 1929 en Filadelfia dentro de una familiar de origen irlandés, católica y muy tradicional. La mentalidad de los Kelly no encajó que la joven quisiera ser actriz, aunque ella no renunció a su sueño, y para ello se fue a Nueva York, donde su belleza le llevó a trabajar como modelo mientras estudiaba en la Academia Nacional de Arte Dramático.
Un Oscar para Grace Kelly
Su esfuerzo dio sus frutos cuando contaba con 20 años, pues obtuvo un papel en la obra de teatro 'El padre', que representó en Broadway; posteriormente trabajó en televisión, aunque su verdadera pasión era el cine, por lo que no dudó en hacer las maletas e irse a vivir a Los Angeles para intentar triunfar en Hollywood, la meca del cine. Seguidamente hizo algunas apariciones en televisión, hasta que decidió trasladarse a Los Ángeles para probar fortuna en el cine. La suerte estuvo del lado de Grace, que acompañada de su profesionalidad le valió un papel en el séptimo arte en 1951 en la película 'Catorce horas', un trabajo secundario con el que consiguió acaparar todas las miradas.
Comenzaba así un idilio con el cine que se mantuvo durante cinco años, solo un lustro en el que hizo películas del calibre de 'Solo ante el peligro', la siguiente que hizo tras su debut, 'Mogambo', 'Crimen Perfecto', 'Fuego verde', 'La ventana indiscreta', 'La angustia de vivir', 'Los puentes de Toko-Ri', 'Atrapa a un ladrón', 'El cisne' y el largometraje que significó su despedida de los estudios de rodaje 'Alta sociedad', trabajo que filmó en 1956.
Durante esos años trabajó con estrella de la talla de Clark Gable, Cary Grant, Ava Gardner, estuvo a las órdenes de Alfred Hitchcock, siendo una de sus intérpretes favoritas, e incluso fue nominada al Oscar en 1953 a Mejor Actriz de Reparto por 'Mogambo' y consiguió la estatuilla dorada un año después como Mejor Actriz por 'La angustia de vivir', llevándose este galardón cuando solo tenía 25 años.
Precisamente su meteórica carrera como actriz le llevó hacia lo que cambiaría para siempre el destino de la estadounidense, pues el rodaje 'Atrapa a un ladrón' provocó que viajase a Mónaco, donde conoció al Príncipe Rainiero, que desde 1950 era el Soberano del país y que con más de 30 años aún seguía soltero y sin dar herederos al Principado. Rainiero se quedó prendado de la belleza de Grace Kelly, y tras varias visitas a Estados Unidos le pidió matrimonio, un paso muy importante que cambiaría la vida de la joven, pues el Príncipe le había dejado claro que cuando se convirtiera en Princesa debería abandonar el cine, su gran pasión.
La boda del siglo
Grace Kelly apostó por Rainiero y tras terminar el rodaje de 'Alta sociedad' dijo adiós al séptimo arte y se preparó para ser Princesa, siendo la primera actriz que ocuparía un trono europeo en una época en la que los matrimonio morganáticos no estaban bien vistos. Finalmente la pareja contrajo matrimonio civil el 18 de abril de 1956, y un día después unió sus vidas en un enlace religioso en el que Grace lució un vestido de Helen Rose que le regalaron los estudios Metro Goldwyn Mayer.
El enlace contó con centenares de invitados, aunque apenas fueron miembros de las Casas Reales Europeas, que pese a ser un gremio muy solidario, mostraron así su disconformidad con que Grace Kelly, una actriz plebeya se convirtiera en Su Alteza Serenísima la Princesa de Mónaco. Sin embargo la boda pasó a la historia de las bodas reales y poco después Grace consiguió la aceptación de sus homólogos, e incluso cultivó una estrecha amistad con la Reina Victoria Eugenia de España, que pasaba largas temporadas en el Principado.
De su feliz matrimonio nacieron tres hijos, la Princesa Carolina, que vino al mundo el 23 de enero de 1957, el Príncipe Alberto, nacido el 14 de marzo de 1958, siendo desde su nacimiento el Heredero en virtud de las leyes sálicas que rigen el Principado de Mónaco, y por último la Princesa Estefanía, a la que Grace Kelly dio a luz el 1 de febrero de 1965.
Durante los años en los que Grace fue Princesa de Mónaco, el pequeño país obtuvo visibilidad en el mundo y el glamour que necesitaba, y se dedicó en cuerpo y alma a servir a su nuevo país, a cuidar de sus hijos y a causas benéficas, así como a obtener el favor de su pueblo, lo que terminó también consiguiendo. A pesar de todo llegó a añorar su antigua vida como estrella de cine, aunque jamás regresó al Hollywood en el que había sido tan feliz, y tampoco al cine, pues finalmente rechazó la propuesta de Alfred Hitchcock de protagonizar 'Marnie la ladrona', un papel que había aceptado, pero los problemas surgidos entre Francia y Mónaco por el hartazgo del país galo a causa de las ventajas fiscales que ofrecía su pequeño pero rico vecino y la crisis diplomática desatada lograron que la Princesa tuviera que caerse del proyecto muy a su pesar.
La trágica muerte de Grace Kelly
Los años pasaron y sus hijos crecieron, causando grandes disgustos a Rainiero y Grace por su carácter díscolo, que se materializó con la boda de Carolina y Philippe Junot el 28 de junio de 1978, enlace que los Príncipes no aprobaban pero que no tuvieron más que aceptar y esperar a que finalizase, lo que ocurrió dos años después. Aunque el problema había sido resuelto, el Vaticano se negó a anular primeramente el matrimonio, lo que provocó un conflicto entre la Santa Sede y el católico Principado.
En 1982 llegó la tragedia; el 13 de septiembre Grace y Estefanía viajaban por la misma carretera por la que tantas veces había conducido la Princesa -y la misma que apareció en 'Atrapa un ladrón'-, con destino a Mónaco; sin embargo su coche se salió en una curva y cayeron por un barranco, siendo auxiliadas por un hombre que apagó el incendio provocado en el coche.
Estefanía, de quien se dice que iba conduciendo a pesar de que tenía 17 años y no contaba con permiso de conducir, salió prácticamente ilesa, mientras que Gracia sufrió graves heridas de las que no pudo recuperarse, falleciendo el 14 de septiembre de 1982 a causa de una hemorragia cerebral y vascular en el hospital monegasco al que dio nombre. Fue enterrada en la Catedral de San Nicolás tras un multitudinario funeral en el que la Familia Real estuvo devastada, sobre todo Rainiero, que nunca superó la muerte de su mujer.
Así, sin haber llegado a cumplir 53 años, Grace Patricia Kelly, actriz de Hollywood, ganadora de un Oscar de la Academia de Cine, y posteriormente Princesa de Mónaco, dejaba el mundo de los vivos para convertirse en un mito eterno.