Hace tan solo unos días, la Reina Isabel sorprendía a todos cuando anunciaba su ausencia a un servicio religioso en la Catedral de St Paul de Londres por motivos de salud. Tras recibir esta noticia, saltaron las alarmas sobre la verdadera situación de la Monarca, que tiene 92 años.
Parece que el Gobierno británico tampoco es ajeno a ello y por eso diversos representantes del mismo se reunieron para tratar lo que ya ha recibido el nombre de la Operación 'Castle Dove', es decir, cuáles son los pasos a seguir una vez que la Casa Real informe del fallecimiento de Isabel II.
Según el plan, que lleva trazándose durante años, el secretario personal de la Monarca avisará a la Primera Ministra con la frase: "El puente de Londres ha caído"; y posteriormente se comunicará la fatal noticia a la Press Association y a los países integrantes de la Commonwealth.
En el plan también se han fijado diez días de luto, además de que el cuerpo de la Monarca permanezca durante cinco días en la Abadía de Westminster. El plan ya estaba realizado, pero como señala The Times, sí es la primera vez que el Gobierno se reúne para tratar este asunto.
Con respecto al Príncipe Carlos, la Operación 'Castle Dove' recoge que la sucesión se haga apenas unas horas después del fallecimiento; y que durante sus primeros días como nuevo Rey de Reino Unido visite Gales y Escocia. A pesar de su inmediata subida al trono; el plan aclara que no sería coronado hasta tres meses después de la muerte de Isabel II.
Una estupenda salud
A pesar del revuelo que causó esta reunión, horas después diversos periódicos británicos sacaron a la luz noticias que daban muestra del buen estado en el que se encuentra la Monarca. De hecho señalaban que habría rechazado someterse a una operación de rodilla para no perderse más compromisos profesionales. Una intervención que de haberse realizado se habría sumado a otra reciente de cataratas.