"Majestad, querido Felipe. Con el mismo afán de servicio a España que inspiró mi reinado y ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada, deseo manifestarte mi más absoluta disponibilidad para contribuir a facilitar el ejercicio de tus funciones, desde la tranquilidad y el sosiego que requiere tu alta responsabilidad. Mi legado, y mi propia dignidad como persona, así me lo exigen", comenzaba el comunicado. Para empezar, habla de proteger el reinado de Felipe VI, así como de preservar su legado, si es que esto último es posible.
Gestos de hijo y de Rey
Otro de los gestos es que podía haber renunciado a más, pero ha perdido su residencia oficial, sumado a la pérdida de la asignación que Felipe VI le había retirado en el comunicado del 15 de marzo de 2020 en el que Juan Carlos de Borbón era apartado totalmente por su hijo y este renunciaba a la herencia que le pudiera corresponder de su padre. Ese fue un primer paso, pero en el comunicado del 3 de agosto se podría haber ido más allá al obligarle a renunciar a su título de Rey. Juan Carlos de Borbón se negaba y el Monarca entendía que no era necesario.
Juan Carlos I dejó de ser Rey de España en el momento en el que Felipe VI subió al Trono. Eso sí, retuvo el tratamiento de Su Majestad y una dignidad honorífica. De haberle despojado del título y el tratamiento habría que haber modificado el decreto del 13 de junio de 2014 que señalaba: "Don Juan Carlos de Borbón, padre del Rey Don Felipe VI, continuará vitaliciamente en el uso con carácter honorífico del título de Rey, con tratamiento de Majestad y honores análogos a los establecidos para el Heredero de la Corona, Príncipe o Princesa de Asturias". Parece que este honor le acompañará mientras viva.
Finalmente, el gesto directo ha venido en la respuesta de Felipe VI a la carta de Juan Carlos I que Casa Real ha incluido en el comunicado: "Su Majestad el Rey le ha transmitido a S.M. el Rey Don Juan Carlos su sentido respeto y agradecimiento ante su decisión. El Rey desea remarcar la importancia histórica que representa el reinado de su padre, como legado y obra política e institucional de servicio a España y a la democracia, y al mismo tiempo quiere reafirmar los principios y valores sobre los que esta se asienta, en el marco de nuestra Constitución y del resto del ordenamiento jurídico". De esta forma, pone en valor el reinado de Juan Carlos I y protege su legado, algo que sin duda, Juan Carlos de Borbón agradece.