Durante la larga ausencia de Kate Middleton entre el anuncio de su operación abdominal y el vídeo en el que anunció que tenía cáncer hubo muchas especulaciones. Una de ellas fue que el Príncipe Guillermo tenía una amante, Rose Hanbury, una vieja historia que resucitó en aquella etapa de tanto dolor y angustia para los Príncipes de Gales. Todo aquello les hizo daño, pero salieron más fuertes.
De hecho, el sufrimiento experimentado no solo en aquella época, sino también durante los meses de tratamiento de la Princesa de Gales no hizo más que unirles, lo que se ha visto en varias ocasiones en público, empezando por sus gestos de amor en el vídeo en el que Kate Middleton anunció el final de su tratamiento de quimioterapia, siguiendo por las palabras que el Príncipe Guillermo le dedicó en su 43 cumpleaños, continuando con San Valentín y con su paseo cogidos de la mano en su visita oficial a Gales.
También ha habido mucha complicidad en el Día de la Commonwealth 2025, una celebración marcada en esta edición por el regreso de Carlos III y de Kate Middleton al servicio realizado en la Abadía de Westminster, en Londres. El año anterior ambos cancelaron su presencia debido a sus respectivas enfermedades, y un año después, con la Princesa de Gales en remisión y con el Monarca todavía en tratamiento contra el cáncer, pero encontrándose mejor, ambos han podido estar presentes. Así, acudieron los Reyes Carlos y Camilla y los Príncipes de Gales, además de la Princesa Ana y los Duques de Gloucester.
Las joyas heredadas por Kate Middleton
Así, el Día de la Commonwealth 2025 tuvo un significado muy especial debido al doble regreso, y en esta vuelta, la Princesa de Gales no pasó desapercibida. Además de lucir una amplia sonrisa, deslumbró con un abrigo-vestido rojo de Catherine Walker que tiene en su armario desde 2021 y un tocado de Gina Foster a juego. Como joyas, escogió un collar de perlas de Garrard que perteneció a la Reina Isabel II y que la Princesa de Gales llevó en los funerales del Duque de Edimburgo y de Isabel II, y los pendientes Collingwood que un día fueron de Lady Di. La Princesa Diana los recibió de Collingwood como regalo de compromiso en 1981.

Joyas aparte, se pudo ver la gran complicidad y amor entre los Príncipes de Gales. Se dejaron ver muy sonrientes y cómplices e incluso cuando estaban sentados en la Abadía de Westminster, ambos compartieron un comentario que les hizo sonreír. A la salida, el Príncipe de Gales tocó con cariño la espalda de Kate Middleton. Han pasado por momentos duros, pero su amor ha salido reforzado.