Los Duques de Cambridge visitaron Frogmore House para ver a Meghan Markle antes de dar a luz y conocieron cómo ha quedado su hogar tras la reforma.
Mucho se ha dicho, especulado y escrito sobre la relación entre los Duques de Cambridge y los Duques de Sussex. Que si las dos cuñadas no se soportaban, que si era el Príncipe Guillermo el que estaba enemistado con Meghan Markle e incluso que los hijos del Príncipe de Gales eran los que estaban distanciados. Se ha llegado a decir incluso que la causa del distanciamiento entre los hermanos era por el presunto affaire del Duque de Cambridge con Rose Hanbury, lo que habría molestado al Príncipe Harry al echar en cara a su hermano mayor que hubiera sido infiel a su consorte después de lo que sufrieron ellos por la deslealtad del Príncipe Carlos a Lady Di.
Todo eso se ha dicho, y mucho más, y todo parece ser mentira, o al menos todo se ha exagerado. No hay más que ver lo bien que se llevan Kate Middleton y el Príncipe Harry o la cordialidad entre cuñadas que ha quedado acreditado en público. Además, los Duques de Cambridge han tenido otro gesto con Meghan Markle que demuestra lo bien que se llevan.Sucedió el pasado domingo 21 de abril, día del 93 cumpleaños de la Reina Isabel y Domingo de Resurrección. Por ese motivo, gran parte de la Familia Real Británica acudió a la tradicional Misa de Pascua en la Capilla de St George de Windsor Castle. Entre ellos estuvo el Príncipe Harry, pero no la Duquesa de Sussex, que descansaba en la cercana Frogmore House a la espera de dar a luz a su primer hijo.
¿Qué hicieron los Duques de Cambridge? Según Harper's Bazaar se acercaron a la residencia de los Sussex para visitar a Meghan Markle e interesarse por cómo se encuentra ante la inminencia de un parto que puede llegar de un momento a otro. Así, The FAB4 de la realeza se han reencontrado en privado y han pasado una tarde juntos.Visita a la reformada Frogmore House
Además, el Príncipe Guillermo y Kate Middleton han podido ver cómo ha quedado Frogmore House tras la profunda reforma a la que ha sido sometida la residencia para adecuarla a los gustos y necesidades de los Duques de Sussex. No ha sido barata, las reformas nunca lo son aunque no sea un palacio, pero la pareja real parece haber quedado encantada con el resultado.
Allí podrán recibir con mayor intimidad a los Duques de Cambridge y a sus hijos, que serán los mejores compañeros de juegos del Baby Sussex, para quien además, serán sus únicos primos, ya que más allá de Doria Ragland, la familia de Meghan Markle es como si no existiera.