"Estar con ella fue genial, fue muy agradable verla. No había tenido la oportunidad de volver a Reino Unido durante un par de años aparte de esas dos veces. Uno para el funeral de mi abuelo y la otra para descubrir una estatua de mi madre. Fue genial verla. Está en buena forma. Siempre ha tenido un gran sentido del humor conmigo y solo me aseguro de que esté protegida y tenga a las personas adecuadas a su alrededor". Aquí ya saltó la polémica al poder interpretarse como un ataque a los familiares que la Reina sí tiene cerca o a los trabajadores de alto nivel de la Casa Real Británica que le rodean y los que el Príncipe Harry no tiene una buena opinión.
Estas palabras no han sentado demasiado bien a la Casa Real Británica, cansada ya de tantas polémicas y de declaraciones que provocan que se hable una y otra vez de las relaciones entre los miembros de la Familia Real Británica. Como señala Daily Mail, están ya cansados de todo lo que se genera cada vez que habla el Duque de Sussex. Sin ir más lejos, el Príncipe Guillermo y Kate Middleton tuvieron que esquivar preguntas incómodas durante su visita al Comité de Emergencias por Desastres de Londres, un acto que tuvo lugar el mismo día del 96 cumpleaños de la Monarca y en la que un periodista preguntó al Duque de Cambridge si la Reina necesitaba protección. No hubo respuesta.
Las tres oficinas principales de la Casa Real Británica, es decir, Buckingham Palace, Clarence House y Kensington Palace, se han unido para no dejarse arrastrar por la polémica y prefieren no hacer declaraciones, mantenerse al margen y seguir adelante con sus compromisos oficiales. Eso sí, hay gestos que pueden decir mucho. Si bien la oficina del Príncipe Carlos y Camilla Parker no quiso decir demasiado sobre la visita del Príncipe Harry y Meghan Markle, se ha sabido que aunque el Príncipe de Gales está cansado de tanta polémica, se siente mejor tras haber podido ver a su hijo en privado. Además, tanto Carlos como Camilla estarían complicados tras una reunión que quizás sirva para que las cosas mejoren en un futuro. Poco más que decir.
Una presencia fundamental para la Reina Isabel
Más tiene que decir la Reina, que se ha dejado ver en Sandringham durante el viaje realizado para pasar allí su 96 cumpleaños. Lo curioso es que también se vio por allí a Angela Kelly, la mujer de máxima confianza de la Monarca, la que puede ser considerada como su mano derecha y que también tuvo sus más y sus menos con los Sussex. Fue con ella con la que se originó todo el asunto de la tiara de Meghan Markle para la boda, un tema que terminó con la Reina Isabel poniéndose del lado de su asistente.
Esta presencia de Angela Kelly, habitualmente discreta en sus movimientos, se puede interpretar como un gesto de la Reina de que se siente protegida y que se fía de las personas que tiene alrededor, lo que pone en duda lo que afirmó el Duque de Sussex. Tanta estima tiene a su ayudante más fiel que le permitió escribir un libro de memorias titulado 'La otra cara de la moneda' en el que revelaba una serie de aspectos sobre su vida con la Reina Isabel. Pero hay más, mucho más que contar, por lo que tras obtener el permiso de la Monarca lanza una actualización de esas memorias con más datos que publica HarperCollins.
Angela Kelly cuenta en esta especie de segunda parte cómo la Reina quiso estar sola tras el funeral del Duque de Edimburgo el 17 de abril de 2021: "Le ayudé a quitarse el abrigo y el sombrero y no dijo nada. Luego la Reina caminó hacia su sala de estar, cerró la puerta detrás de ella y se quedó sola con sus propios pensamientos". También habla de cómo fue el confinamiento, donde se organizaban noches de cine y juegos y cuando el tiempo mejoró, se permitió al personal utilizar la piscina, aunque ni la Reina ni Kelly fueron a bañarse. También cuenta la asistente que se organizaron unos juegos deportivos que la Monarca vio desde lejos y que al terminar se acercó a entregar los premios para el personal.