Los Reyes Felipe y Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía se desplazaron a La Almudena para asistir a la misa funeral por las víctimas del coronavirus que había convocado la Conferencia Episcopal el lunes 6 de julio de 2020 a las 20:00 horas. Aunque Pedro Sánchez comunicó que el homenaje de Estado sería el 16 de julio, al tratarse de un acto laico, la Iglesia consideró que también había que hacer un funeral católico e invitó a la Familia Real, a autoridades civiles y a 70 familiares de víctimas de la pandemia.
La Familia Real fue recibida primero por las autoridades civiles, que se colocaron en una línea para saludar a los Reyes y sus hijas. El Gobierno estuvo representado por Carmen Calvo, Vicepresidenta primera y Ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. También estuvieron la Presidenta del Congreso, Meritxell Batet, la Presidenta del Senado, Pilar Llop, el líder del PP, Pablo Casado, la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, entre otras autoridades.
Una vez les saludaron, a cierta distancia y sin contacto, subieron las escalinatas de La Almudena e hicieron lo mismo con las autoridades religiosas que les dieron la bienvenida en la puerta del templo. Al terminar, Don Felipe y Doña Letizia caminaron por el pasillo central de la Catedral de La Almudena mientras sonaba el Himno Nacional. Detrás lo hicieron sus hijas, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía. Los cuatro tomaron posición en los asientos reservados para la Familia Real en primera fila.
Conversación antes de la misa
Antes de tomar asiento ocurrió una anécdota que tuvo como protagonistas a la Reina Letizia y Meritxell Batet. Los Reyes y sus hijas se encontraban en la entrada mientras las autoridades políticas, que entraron detrás de la Familia Real, aprovechaban el saludo regio a las autoridades religiosas para desplazarse al lugar asignado en los primeros puestos del templo.
En un momento dado, la Reina Letizia vio caminar a la Presidenta del Congreso, que pasaba de largo rumbo a su asiento. Doña Letizia la llamó y ella se dio la vuelta y se acercó hasta donde se encontraba la Familia Real. Fue entonces cuando compartieron unos segundos de conversación con la presencia de la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía. El Monarca también estaba presente, pero no parecía estar pendiente de lo que la Reina tenía que decir a la tercera autoridad del Estado. Lo que le dijo Doña Letizia y por qué, se queda para las presentes en la conversación.