El joven ha visto cómo su actividad física ha sido frenada tras dar por terminada la temporada que estaba jugando.
La crisis del coronavirus ha conseguido truncar los planes de muchos equipos no solo de fútbol o baloncesto, sino también de balonmano, como ha ocurrido en Francia con el HBC Nantes. Es en esta filial en la que milita Pablo Urdangarin, el hijo de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, equipo en el que se encuentra desde septiembre de 2019 tras su paso por el TSV Hannover.
Lo cierto es que el futuro inmediato del equipo depende de la pandemia así que de momento no se sabe qué ocurrirá. De momento Pablo Urdangarin ha tenido que adaptarse a las circunstancias como han hecho el resto de sus compañeros, es más, algunos están contando cómo lo están viviendo o cómo esperan volver a la actividad habitual. Como siempre, el hijo de la Infanta se encarga de pasar inadvertido lo máximo posible, por eso no se sabe si regresó a Ginebra, donde vive su madre en el momento en el que el club anunció la suspensión de todas las actividades, o puede que continúe en Nantes a la espera de que todo se solucione.
Fue el 10 de marzo de 2020 cuando el HBC Nantes suspendió la venta de entradas siguiendo las directrices del gobierno francés. Más tarde llegó la suspensión de todas las competiciones durante quince días, a partir del 16 de marzo, y el 30 de marzo se hacía público un nuevo comunicado del club que ampliaba ese periodo por otros quince más. De esta manera el equipo filial daba por terminada la temporada quedando en cuarta posición como lo hizo saber a través de su pagina web. Un parón significativo
Lo cierto es que este confinamiento ha significado una frenada en seco para la evolución de Pablo Urdangarin como deportista, que empieza a despuntar en la misma posición que su padre. Pero está claro que él no es el único afectado en lo que a deporte se refiere, puesto que hay miles de deportistas que están reinventándose en su casa para seguir entrenando en la medida de lo posible y no perder la forma física.