El bautizo se celebró con una misa a cargo del Cardenal Jean-Claude Hollerich, Arzobispo de Luxemburgo, que derramó las aguas bautismales sobre la cabeza del segundo hijo de los Grandes Duques Herederos, dándole la bienvenida al catolicismo e imponiéndole los nombres François Henri Luis Marie Guillaume.
Guillermo y Stéphanie de Luxemburgo repitieron la fórmula tomada con su hijo mayor para la elección de los padrinos. Si Charles de Luxemburgo fue apadrinado por un tío paterno, el Príncipe Luis, y por una tía materna, la Condesa Gaëlle de Lannoy, François de Luxemburgo tuvo como madrina a su tía paterna, la Princesa Alexandra de Luxemburgo, y como padrino a su tío materno, el Conde Christian de Lannoy.
Se mostraron además unas fotos oficiales de las dos familias. En una de ellas aparecen los Lannoy junto a la Familia Gran Ducal, en otra se puede ver solo a los miembros de la Casa Gran Ducal que estuvieron presentes, mientras que en una tercera imagen, en el posado se encuentran los Grandes Duques Enrique y María Teresa de Luxemburgo, los Grandes Duques Herederos Guillermo y Stéphanie de Luxemburgo, el Príncipe Charles y el Príncipe François.
Sébastien de Luxemburgo, el gran ausente
Lamentablemente, la reunión familiar no estuvo completa. Acudieron el Gran Duque y la Gran Duquesa de Luxemburgo, sus hijos Guillermo, Felix, Luis y Alexandra, sus nueras Stéphanie y Claire de Luxemburgo, su yerno Nicolas Bagory y sus nietos Charles, François, Amalia, Liam, Gabriel y Noah. Por tanto, el único ausente fue el quinto hijo de los Grandes Duques de Luxemburgo, el Príncipe Sébastien, que representó a la Casa Gran Ducal de Luxemburgo en la boda de Hussein y Rajwa de Jordania, celebrada en Ammán el 1 de julio de 2023.
En el bautizo de Charles de Luxemburgo también hubo una gran ausencia. El acontecimiento tuvo lugar en la Abadía de Clervaux, en Luxemburgo, el 19 de septiembre de 2020. Todavía en plena pandemia, la reunión familiar no fue tan a gran escala. De hecho, de los Nassau faltaron la Princesa Alexandra y los hijos del Príncipe Luis, Gabriel y Noah, que no pudieron estar presentes en el bautizo de quien está llamado a ser Gran Duque de Luxemburgo tras los reinados de su abuelo y de su padre.