"Feliz cuarto aniversario de bodas, mi amor. Cada día es tan especial contigo. Te quiero mucho", expresó Edoardo Mapelli Mozzi en un mensaje lleno de amor que a buen seguro emocionó a la Princesa Beatriz, que siente lo mismo que su marido y que recuerda con mucho cariño aquella boda que en nada se pareció a lo que habían planeado inicialmente.
Sin embargo, nada salió como estaba planeado. El enlace se anunció en septiembre de 2019, y ya entonces, el Príncipe Andrés estaba siendo cuestionado por su relación con el delincuente sexual Jeffrey Epstein, que se había suicidado en su celda en agosto de ese mismo año tras su detención.
En noviembre de 2019 se produjo aquella desastrosa entrevista en la que el Duque de York esperaba despejar dudas, y que consiguió todo lo contrario. Tanto es así, que el 20 de noviembre de 2019 emitió un comunicado para anunciar que se retiraba de los actos oficiales.
Una boda de alto perfil con el incómodo Príncipe Andrés llevando a su hija al altar no era lo más conveniente. Sin embargo, al desatarse la pandemia en marzo de 2020, esa fue la menor de las preocupaciones.
Al ver que iba para largo, que su deseo era casarse pronto y que la situación del Duque de York aconsejaba discreción, se organizó todo para darse el 'sí, quiero' en la Capilla de Todos los Santos con un banquete con pocos invitados en el Royal Lodge y unas pocas fotos para publicar. La más importante, en la que los novios aparecían a las puertas del templo con la Reina Isabel y el Duque de Edimburgo, donde había distancia de seguridad entre las dos parejas.
La novia fue feliz por poder casarse con sus abuelos presentes. De hecho, el Duque de Edimburgo murió el 9 de abril de 2021 a los 99 años, mientras que la Reina Isabel falleció el 8 de septiembre de 2022 a los 96 años. De haber esperado mucho, no hubieran podido verla caminar hacia el altar.
Además, la Monarca tuvo un doble detalle con su nieta. Por un lado, le prestó el vestido Norman Hartnell había diseñado para ella para el estreno de 'Lawrence de Arabia' en 1962, que fue modificado para que la Princesa Beatriz lo usara como traje de novia. Sumado a ella, sacó del joyero real la tiara fringe de diamantes de la Reina Mary, la misma con la que Isabel II se casó con el Duque de Edimburgo en 1947, para que su nieta la utilizara en su boda.