El 31 de agosto de 2013, Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo celebraron una boda civil de corte privado en el Palacio Grimaldi. Pese a que no se trató de una boda real al uso, la Corte de Mónaco hizo públicas tres fotos oficiales del enlace.
Cinco meses después ha tenido lugar la boda religiosa de la pareja, requisito imprescindible para asegurar la continuidad dinástica y para que su hijo Sasha, bautizado como Alexandre Andrea Stefano, acceda algún día al Trono si el Príncipe Alberto II de Mónaco no tiene herederos legítimos. En esta ocasión, la Casa Principesca no ha emitido imágenes, aunque sí han llegado algunas en la que aparecen los novios, miembros de los Grimaldi y otros invitados.
La boda se celebró en la localidad suiza de Gstaad, comenzando el viernes con una 'fondue party' en El Eggli. El gran día fue el sábado 1 de febrero, día en el que Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo pronunciaron el 'sí, quiero' en la capilla de San Nicolás de Myra, en el antiguo convento de Rougemont.
Los 300 invitados han llegado bajo la nieve al templo en el que Andrea Casiraghi ha esperado a su esposa con un elegante frac. Tatiana Santo Domingo ha aparecido en coche y ha desvelado el gran secreto, un vestido de Valentino de corte romántico, con la falda repleta de volantes y diseñado con seda y encaje. Para soportar el frío reinante, ha llevado una capa de cashmere con capucha, que al retirarse ha desvelado la tiara Fringe de Mónaco.
Tras una hora de ceremonia litúrgica, los novios y los invitados se han desplazado al Hotel Palace, donde han degustado un gran banquete de bodas al que ha seguido una fiesta en la que el hermano de la novia y padrino de boda, Julio Mario Santo Domingo, ejerció de Dj en tan multitudinaria boda.
Grandes ausencias y toque español en la boda
Entre los invitados destacaron la madrina del enlace, la Princesa Carolina de Mónaco, elegante como pocas, Carlota Casiraghi, que fue con su bebé Raphaël, Pierre Casiraghi, Beatrice Borromeo, la Princesa Alexandra de Hannover y el Príncipe Alberto de Mónaco, representantes de los Grimaldi.
Los grandes ausentes fueron la Princesa Charlene, la Princesa Estefanía y sus hijos. Aunque se echó en falta a la Princesa de Mónaco, no pudo hacer nada para acudir, ya que tuvo que cumplir con sus compromisos oficiales en el Principado. De este modo, el Príncipe Alberto fue acompañado de su sobrina Carlota, quien a su vez también estaba sola debido a que Gad Elmaleh tampoco pudo estar presente en la boda.
No faltaron otros amigos como Eugenis Niarchos, Alex Dellal, exnovio de Carlota Casiraghi y gran amigo de los Grimaldi, tanto que fue uno de los pocos que asistieron al bautizo de Sasha, Margherita y Angela Missoni, Valentino, Mario Testino y Elisabeth von Thurn und Taxis, entre otros.
Esta boda real atípica tuvo también sabor español. Entre los invitados estuvieron Alejandra Rojas, hija de los Condes de Montarco, y la pareja formada por Aldo Comas y Macarena Gómez. Estos últimos aprovecharon para disfrutar de la nieve. La actriz se llevó todas las miradas con un vestido de Lorenzo Caprile espectacular. El domingo se despidieron con un brunch con el que se finalizaron los festejos de esta gran boda suiza.