El hijo del sucesor al trono ha hablado sobre los últimos momentos de su padre y ha dejado claro que no ha renunciado a favor de su hija Vittoria de Saboya.
El 3 de febrero de 2024 apareció el cuerpo sin vida de Víctor Manuel de Saboya en su domicilio de Ginebra. El hijo de Humberto II, el último Rey de Italia, falleció a los 86 años. Ahora, su hijo, el Príncipe Filiberto de Saboya, ha hablado sobre cómo fueron los últimos días de vida de su padre. Lo ha hecho en una entrevista con el periódico Corriere della Sera, donde se ha sincerado sobre cómo se encuentra él y su familia tras la trágica noticia.
"Es un momento duro. Lloramos por los muertos, pero tenemos que cuidar a los vivos, a mi madre que está inconsolable porque ha perdido a su amor, al hombre de su vida", comenzó diciendo el Príncipe Filiberto de Saboya, que ahora está enfocado en su madre, que en unos días cumplirá 89 años y está destrozada tras la muerte de su marido. Ahora, toda la responsabilidad del entierro, la familia y la dinastía está en sus manos y está siendo un momento complicado.Aunque ha sido una gran pérdida, el Príncipe Filiberto de Saboya se pudo despedir de su padre. Tanto él como otros seres queridos de Víctor Manuel de Saboya estuvieron a su lado en sus últimos momentos de vida. "Tuvimos la bendición de estar dos días más con él. Parecía haberse recuperado en esos días que le dio el cielo", dijo el Príncipe Filiberto de Saboya sobre el momento en el que se recuperó inesperadamente de la infección, pero que finalmente falleció dos días después. "Mamá siempre estaba allí y yo estaba también, muchos amigos queridos lo visitaron durante sus tres largas semanas en el hospital Cantonal de Ginebra, el mismo donde había estado hospitalizado hasta el final mi abuelo, el Rey Humberto II", añadió en la entrevista.
La dinastía en sus manos
En un momento en el que parecía que el Príncipe Filiberto de Saboya había renunciado en favor de su hija Vittoria de Saboya, ha aclarado que no es así y que el jefe de la familia es él. "Me siento, ante todo, el nuevo cabeza de familia y al frente de una casa que, cuando murió el abuelo Humberto II quedó reducida a 30 caballeros de nuestras órdenes dinásticas. Luego papá logró aumentar el número de caballeros a más de 3.000 y consiguió revitalizar la actividad de las órdenes dinásticas", explicó el Príncipe Filiberto de Saboya, que aseguró tener una gran responsabilidad de liderar sus órdenes.
Aunque, su principal responsabilidad ahora es centrarse en el funeral de Víctor Manuel de Saboya y luego ocuparse del resto de asuntos. Lo que tiene claro es que quiere cumplir los deseos de su padre y uno de esos deseos era ser enterrado en la Basílica de Superga, en Turín. "Papá siempre lo quiso, lo repitió, y yo cumpliré su último deseo. Aunque no es fácil porque esperamos mucha gente en la misa. El rito no será en Superga, donde los familiares más cercanos recogerán el cuerpo para la despedida definitiva, sino en la catedral de Turín", añadió.