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Queda un mes y medio para que Carlos Felipe de Suecia y Sofia Hellqvist se casen, y además de poner fecha para la lectura de las amonestaciones prenupciales, ha llegado la hora de celebrar actos más mundanos relacionados con el matrimonio, como la despedida de soltero.
La futura princesa celebró este fin de semana que va dejar de estar soltera en una casa del siglo XVIII emplazada junto al lago Mälaren, a las afueras de Estocolmo. Allí, Hellqvist contó con la presencia de sus dos hermanas, Lina y Sara, de varias amigas, y de su cuñada, la Princesa Victoria de Suecia.
La Heredera de la Corona no quiso hacer un desplante a la futura mujer de su hermano, y pese a que se ha dicho que la relación entre ambas no es muy fluida, lo cierto es que según el diario Aftonbladet, Victoria y Sofia se mostraron cómplices y unidas, por lo que parece que si hubo tensiones, son cosa del pasado.
De todos modos, la Princesa Victoria fue la que menos disfrutó de la fiesta, ya que mientras la novia y las invitadas se metieron en un jacuzzi y bebieron champán a espuertas, ella prefirió dar un sano paseo hasta la hora de comer. El almuerzo fue al estilo libanés, y allí sí que estuvo la Heredera. Al día siguiente, se marchó pronto al Palacio de Haga, para reencontrarse con su marido y su hija, mientras que el resto permanecieron en la mansión hasta la tarde.
Magdalena de Suecia, la gran ausente
La inolvidable despedida de soltera contó con una gran ausencia que vuelve a poner en cuestión las relaciones entre los Bernardotte. Mientras Victoria sí estuvo en la despedida, la Princesa Magdalena no acudió a la fiesta debido a que este lunes tuvo audiencia en El Vaticano con el Papa Francisco en compañía de la Reina Silvia, de la Princesa Leonor y de Chris O'Neill.
Además de eso, la Reina Silvia y la Princesa Magdalena participaron junto a otras autoridades suecas en un Seminario celebrado en El Vaticano que versaba sobre la trata de personas, centrado principalmente en la infancia. Su presencia tiene mucho que ver con su trabajo en la World Childhood Foundation, que Magdalena lleva desarrollando desde que se marchó a vivir a Nueva York, y que continúa ahora que ha regresado a Suecia.
Pese a que la Casa Real Sueca ha explicado que este viaje había sido programado con mucha antelación, y que aunque estaba invitada y le hacía ilusión, debido a las fechas del encuentro y a su avanzado estado de gestación, la Duquesa de Hälsingland y Gästrikland tuvo que rechazar la invitación y centrarse en sus compromisos oficiales.