Rozaban las 12:00 horas de la mañana del lunes 3 de febrero cuando los Reyes Felipe y Letizia y sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, llegaban a las Cortes para asistir al acto solemne de Apertura de la XIV Legislatura, donde el Monarca ofreció un discurso en el que pidió unidad, consenso, diálogo y cordialidad, además de recordar que hay que ser un país unido y el papel que la Constitución otorga a la Monarquía en todo ello.
Tras el saludo inicial a las puertas del Congreso de los Diputados, todos accedían al hemiciclo. Después del discurso de la Presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, y del Rey, llegaba el momento de hacerse la foto de familia junto a todos los parlamentarios y el tradicional besamanos. Todos los diputados y senadores presentes en la ceremonia saludaron a los Reyes y sus hijas.
A lo largo de la mañana se fueron analizando cada una de las palabras y los gestos tanto por parte de la Familia Real como por parte de los Diputados y Senadores. Y fue durante el besamanos cuando llegó la anécdota de la jornada en la que se ha puesto el foco.
La Princesa Leonor se quedó con la mano estirada
Pablo Echenique se acercaba hasta los Reyes y sus hijas, saludaba a Don Felipe, hacía lo propio con Doña Letizia y a continuación 'pasaba de largo' por delante de sus hijas. La Princesa Leonor se quedaba con la mano en alto preparada para el saludo que no recibió mientras seguía con la mirada al diputado de Podemos.
Al ver que a su hermana no le había saludado, la Infanta Sofía no hizo ni el intento de levantar la mano, viendo cómo el político pasaba por delante. No obstante, ambas, muy en su sitio, siguieron sonriendo mientras veían cómo llegaba el siguiente parlamentario.