El 50 cumpleaños de Federico de Dinamarca se ha celebrado por todo lo alto, como marca la tradición en la mayor parte de las cortes de Europa. El protagonista absoluto era el Príncipe Federico, aunque ha tenido que compartirlo con otros royals, que tanto por su presencia, como por su ausencia, han marcado estos días.
El Heredero ha echado de menos a su padre, Enrique de Dinamarca, fallecido el pasado febrero, y también a amigos como los Reyes Felipe y Letizia o a sus primos Alexia y Nicolás de Grecia. Entre los presentes han llamado la atención su sobrino carnal, Nicolás de Dinamarca, y sus sobrinos segundos Olympia y Constantino Alexios, que han debutado en esto de las cenas de gala de la realeza.
También fue curioso ver a Alexandra Manley, exmujer de Joaquín de Dinamarca, ya que una cosa es que sea invitada a celebraciones oficiales protagonizadas por sus hijos, y otra que sea llamada para los festejos por el 50 cumpleaños del que un día ya lejano fue su cuñado.
Pese es que además, la Condesa de Frederiksborg no solo fue a la cena en Christiansborg, sino que también acudió al fin de fiesta este domingo 27 de mayo. El Royal Arena de Copenhague acogió el concierto 'Toda Dinamarca celebra al Príncipe Heredero', un espectáculo en el que se homenajeó a Federico de Dinamarca y al que se presentó también Alexandra Manley.
Royal sporty chic
La Reina Margarita se apeó del festejo, quizás porque ya se había dejado notar demasiado en el saludo desde el balcón de Amalienborg y en la cena de gala, o simplemente porque prefería dejar el protagonismo a los más jóvenes. Lo cierto es que por el Royal Arena de Copenhague se presentaron los Príncipes Federico y Mary, acompañados por sus cuatro hijos, Christian, Isabel, Vicente y Josefina, una familia numerosa vestida de manera elegante, pero informal, o al menos más que en otras apariciones públicas.
La otra sorpresa llegó cuando aparecieron Joaquín y Marie de Dinamarca, que aparecieron con el segundo hijo del segundo vástago de la Reina Margarita, el Príncipe Félix. El joven, de 15 años, quiso estar presente en el último homenaje a su tío, mientras que su hermano mayor, el Príncipe Nicolás, había acudido el día antes a la cena de gala en Christiansborg. Las nuevas generaciones de royals vienen ya pisando fuerte.