El Monarca es quien tiene la última decisión sobre si el Ducado de Franco debe ser revocado o no. Ante las alegaciones presentadas por Izquierda Unida, tarde o temprano el Rey deberá posicionarse.
Finalizado ya el plazo de 30 días para presentar alegaciones en contra de la sucesión del Ducado de Franco en la persona de Carmen Martínez-Bordiú (que lo solicitó formalmente al Ministerio de Justicia el pasado 26 de marzo), el polémico título se encuentra con un nuevo enemigo empeñado en dificultarle las cosas a la nieta del dictador.
Se trata del partido político Izquierda Unida, que tal y como desvela Eldiario.es, presentó una alegación la semana pasada contra la concesión y sucesión del título. En el documento presentado ante el Ministerio, el grupo político argumenta que si "la concesión de títulos nobiliarios constituye la mejor manera de (...) expresar gratitud a personas que han prestado servicios relevantes", no ven "razonable" el reconocimiento hacia la figura de Francisco Franco.El resto de argumentos esgrimidos apelan a la aplicación de la Ley de Memoria Histórica, contra la que según ellos el título iría en contra por suponer "un elemento de exaltación" y "un acto incompatible con la reparación moral de las víctimas, la superación de la división entre ciudadanos y el fomento de los valores y principios democráticos".
La pelota está en el tejado de Felipe VI
Aparte del escrito de cuatro hojas presentado ante el Ministerio de Justicia, Izquierda Unida también ha enviado una carta personal dirigida al Rey Felipe VI. En la misiva se pretende hacer interceder al Monarca para que revoque el título y para ello apelan al caso del Ducado de Palma que le fue arrebatado a la Infanta Cristina, y por extensión, a Iñaki Urdangarin.El texto alaba la decisión que el Rey tomó respecto a su hermana y considera "coherente" que Felipe VI hiciese lo mismo con el Ducado de Franco por "honrar la memoria del dictador Francisco Franco, cabeza de un régimen corrupto en sí mismo y máximo responsable de crímenes de lesa humanidad".
Por lo tanto, es Felipe VI quien tiene la última palabra sobre este tema, puesto que la Corona es la única institución con la facultad de conceder y revocar títulos nobiliarios. Se desconoce la opinión del monarca al respecto y cuándo tomará una decisión definitiva.