El 21 de julio de 2013 fue un día que pasará a la historia de Bélgica como la jornada en la que el país cambió a su Jefe del Estado después de la abdicación del Rey Alberto, que cedió la Corona a su hijo Felipe.
El Rey se mostró radiante en este acto, al igual que la Reina, que llevó un vestido de encaje que fue todo un acierto. El Monarca y su esposa estuvieron muy sonrientes y cómplices en un recital en el que no faltaron los hermanos y cuñados del Rey.
El discurso del Rey
Y es que la Princesa Astrid y el Príncipe Lorenzo, que casaron hace dos semanas a su hijo Amadeo, y el Príncipe Laurent y la Princesa Claire, felices después de que Laurent haya superado sus problemas de salud, no quisieron perderse el inicio de los festejos.
Los actos seguirán en estas jornadas de celebración en las que el Rey Felipe ofreció un discurso a la nación con motivo de su primer año como Monarca de los Belgas, un país con graves problemas internos entre Flandes y Valonia.