A su llegada se pudo ver la elección estilística de Doña Letizia, que apostó por un vestido azul marino de Miphai que destaca por un gran escote a la espalda, lo que dejó ver la musculada espalda de la Reina, en consonancia con un cuerpo tonificado que es reflejo de su pasión por el deporte y la vida sana, donde no falta una alimentación saludable y equilibrado. Doña Letizia no se bajó de los altos tacones. Ya dijo que pese a sufrir neuroma de Morton, en los actos oficiales va a seguir calzándose tacones, y más en un acto como este.
Lo hicieron mientras escuchaban los aplausos que les dedicaban algunas personas que se encontraban en la zona. Doña Letizia también saludó a Sonsoles Ónega, cuyo programa, con el que se ha estrenado en Antena 3, estaba en directo en ese momento. La periodista es una de las mejores amigas de Doña Letizia. Se hicieron íntimas cuando eran compañeras de profesión, y han mantenido la amistad a lo largo de los años.
Ya dentro del Teatro Real tomaron posición en el palco real, donde Don Felipe y Doña Letizia repartieron saludos desde la distancia. Allí, tras la interpretación del Himno Nacional, disfrutaron de la reposición de la ópera 'Aída, de Giuseppe Verdi. En el entreacto, los Reyes saludaron a los patrocinadores, y ya cuando acabó la representación, se acercaron a conocer a directores y artistas para finalizar esta velada cultural en la que se vio a caras conocidas como Jaime Peñafiel y su esposa Carmen, Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, Cristina de Borbón-Dos Sicilias y Pedro López-Quesada, Paloma Segrelles, Carmen Lomana o Fernando Martínez de Irujo, entre otros.