De sobra es conocido que el Rey Felipe y la Infanta Cristina eran hermanos y amigos. Su vínculo fraternal era muy fuerte y se extendía a Iñaki Urdangarin. Cuando llegó Doña Letizia, al principio fue todo bien hasta que las relaciones dejaron de ser fluidas. Luego llegó el Caso Nóos, y para proteger a la Corona, Don Felipe apartó totalmente a su hermana y sobre todo a su cuñado.
El tiempo ha ido pasando, y aunque en privado se han tenido que ver obligatoriamente han mantenido las distancias. La tensión era evidente, y aunque era rebajada por la buena relación que existe entre la Princesa Leonor e Irene Urdangarin, eso no bastaba. Los años han ido pasando, y con Iñaki Urdangarin en la cárcel y la Infanta Cristina absuelta, los ánimos se han ido relajando.
La Reina Sofía obra el milagro
Y entonces llegó el 80 cumpleaños de la Reina Sofía. El Rey Felipe le organizó un almuerzo en La Zarzuela el viernes 2 de noviembre al que invitó a familiares y amigos, entre ellos, a la Infanta Cristina y sus cuatro hijos. No solo posaron todos juntos en una imagen distribuida a los medios, sino que compartieron mesa en la comida.
Como apunta Informalia, hubo un saludo cordial entre la Reina Letizia y la Infanta Cristina, que parecen haber limado asperezas tras años de distanciamiento. Y lo que es más llamativo, los Reyes compartieron mesa con Cristina de Borbón, además de con Don Juan Carlos, Doña Sofía y la Infanta Elena. Para la Reina Sofía no ha podido haber mejor regalo.