El entierro de la Infanta Pilar ha sido íntimo y ha contado con la presencia de sus hijos, nietos, hermanos y sobrinos.
Dos días después de la muerte de la Infanta Pilar, sus restos mortales han sido llevados al cementerio madrileño de San Isidro, donde se ha dado sepultura a sus cenizas. Por expreso deseo de la Duquesa de Badajoz descansará para la eternidad en el panteón familiar de los Gómez-Acebo, en el que reposa su marido desde su muerte en 1991.
Hasta allí se desplazaron sus desconsolados hijos y nietos, que han llegado con total discreción para enterrar a Doña Pilar en la más estricta intimidad. Los Gómez-Acebo han contado con la compañía de los Reyes Juan Carlos y Sofía, muy afectados por la pérdida de su hermana y cuñada respectivamente. No ha faltado la otra hermana de la Duquesa de Badajoz, la Infanta Margarita, que apareció en coche con su marido, Carlos Zurita, y su hijos, Alfonso y María Zurita.Otros de los presentes han sido los Reyes Felipe y Letizia. El Monarca ha llegado conduciendo un coche en el que su consorte iba de copiloto. La Reina tenía la agenda despejada, mientras que Felipe VI tuvo que cumplir con tres audiencias en el Palacio de La Zarzuela. Una vez finalizados sus compromisos institucionales han podido poner rumbo al cementerio de San Isidro para arropar a sus primos Gómez-Acebo.
Don Felipe y Doña Letizia han coincidido, hayan querido o no, con la Infanta Cristina. La hija mediana de Juan Carlos I se trasladó a San Isidro junto a la Infanta Elena, que llevó su coche. Cristina de Borbón viajó desde Ginebra para despedir a una tía que fue un apoyo público y privado en los peores momentos de su vida y no se ha despegado de la Duquesa de Lugo. Capilla ardiente, funeral y entierro de la Infanta Pilar
La Infanta Pilar murió el 8 de enero de 2020 a los 83 años. La Duquesa de Badajoz falleció en el Hospital Ruber de Madrid, donde había pasado 3 días ingresada debido a una bronquitis que complicó su ya delicado estado de salud. Esa misma tarde, su cuerpo sin vida fue trasladado a su residencia de Puerta de Hierro (Madrid), donde tuvo lugar la capilla ardiente. Hasta la vivienda de Doña Pilar se desplazaron sus hijos, nietos, hermanos, cuñados y sobrinos, entre ellos los Reyes Felipe y Letizia y Juan Urdangarin.
Al día siguiente se celebró una misa en la intimidad del hogar a la que acudieron familiares y amigos. Los Reyes no acudieron por motivos de agenda, mientras que la Infanta Cristina apareció acompañado por su hijo Juan y por la Infanta Elena. Esa tarde, los restos de Doña Pilar fueron incinerados, y la mañana después se produjo el entierro. Para finalizar, tendrá lugar una misa en recuerdo a la Infanta Pilar en el Monasterio de El Escorial para despedir con honores a la hermana del Rey Juan Carlos I.