El nuevo rey de Bélgica ha tenido palabras de cariño para su padre, el rey Alberto II, su madre, y su esposa Matilde. A lo largo del discurso ha alternado entre el francés, el flamenco y el alemán.
Tras la firma del acta de abdicación de Rey Alberto II de Bélgica, por la que renunciaba al trono del país, ha sido el turno del príncipe Felipe de entrar en escena. Con el Congreso de los Diputados de Bruselas como escenario, el séptimo Rey de Bélgica a jurado su cargo como nuevo jefe de Estado.Con un solemne acto, el ya Rey Felipe de Bélgica ha asegurado que su prioridad será mantener la integridad del territorio y la independencia de la nación. Esta declaración de intenciones ha sido recibida con aplausos por parte de los asistentes al acto de entronización. Para demostrar su apoyo a todas las zonas de Bélgica, ha ofrecido su discurso en francés, alemán y flamenco.
Obviamente, el nuevo monarca ha dedicado unas palabras de cariño a su padre, el rey saliente que mantendrá igualmente su título, a su madre, la reina Paola, y a su mujer, Matilde, cuyo apoyo ha sido vital a lo largo de estos días. Con un "Viva Bélgica", ha zanjado el traspaso de poderes, que han hecho de este día festivo en la nación un poco más especial.
Siguen las celebraciones del Día Nacional
A lo largo de la tarde, los nuevos reyes del país presidirán el Desfile del Día Nacional que recorrerá la Plaza de Palacio, para posteriormente trasladarse al Parque Waranderl y continuar allí con los festejos. Todo terminará con un espectáculo de fuegos artificiales.