Ascot ha vuelto un año más, y por supuesto la Familia Real Británica se ha desplazado para disfrutar de las carreras de caballos más famosas del mundo en las que no solo importan los equinos y las apuestas, sino también la moda.
La Reina Isabel y el Duque de Edimburgo son asistentes fijos, y un año más no se han perdido las carreras. La anciana pareja ha tenido unos días muy intensos con motivo de las celebraciones oficiales del 90 cumpleaños de la Monarca, así como las privadas del Príncipe Felipe, que ha cumplido 95 años en plena forma. Pese al cansancio, no dudaron en dejarse ver en Ascot.
Tambien estuvieron el Príncipe de Gales y la Duquesa de Cornualles, así como los Condes de Wessex. Destacó la presencia de los Duques de Cambridge, que tras ser baja en los primeros años de su matrimonio, ahora parecen haberse abonado a las legendarias carreras equinas.
Mary de Dinamarca, muy amiga de Kate Middleton y la Condesa de Wessex
Sin embargo, la expectación no era por la presencia de los Mountbatten-Windsor, sino por la aparición de Federico y Mary de Dinamarca. La pareja fue invitada por la Familia Real Británica, por lo que no dudaron en acudir a la cita de sus parientes. La australiana estuvo hablando con los Windsor, mostrando especial interés por la Condesa de Wessex, con la que compartió coche de caballos.
Sin embargo, todas las miradas se posaron en la Princesa Mary y Kate Middleton, que compartieron una agradable charla antes del comienzo de las carreras. La Heredera de Dinamarca apostó por un Marc Jacobs en coral con el que estaba espectacular, añadiendo un tocado que recicló de la boda de Alberto de Mónaco.
Por su parte, la Duquesa de Cambridge apostó por el blanco como caballo ganador. La esposa del Príncipe Guillermo se enfundó un vestido de encaje de este color firmado por Dolce & Gabanna con el que 'traicionó' por un día a su diseñadora de cabecera, Jenny Packham. Tanto una como la otra estaban espectaculares.