Las tres imágenes oficiales fueron tomados por el fotógrafo Steen Evald en Grønne Sal en las Salas de Presentación Real del Palacio de Christiansborg, residencia en la que se produjo la abdicación de Margarita II y la proclamación de Federico X. Los retratos de gala sustituyen a los de anterior reinado para que sean Federico y Mary los que aparezcan en instituciones estatales, así como en embajadas y consulados daneses en todo el mundo.
El Monarca porta la estrella de la Orden del Elefante, un sello que volvió a popularizar su abuelo, Federico IX, al comenzar a usarlo desde su subida al trono en 1947 en ocasiones especiales. En la parte inferior del uniforme de gala, Federico X lleva la estrella de la Orden Danesa, creada para Federico VI después del cambio de los estatutos de la orden en 1808.
En el uniforme de gala de la Marina se añadieron los distintivos que le corresponden como almirante, a lo que fue ascendido desde que se convirtió en Rey. Asimismo, luce también la Cruz de Gran Comandante de Dannebrog, el mayor grado en la Orden de Dannebrog, y lleva el sable de oficial naval que perteneció a su abuelo Federico IX.
Las joyas de la Corona que la Reina Mary ya puede llevar
En cuanto a la Reina Mary, luce por primera vez en un retrato las joyas de la Corona. Mary de Dinamarca posa con la Tiara de Esmeraldas Rosenborg que solo pueden lucir las Reinas de Dinamarca, a lo que añadió el collar y los pendientes. El aderezo no fue llevado al completo porque no se puso el broche, que se quedó en el Tesoro del Palacio de Rosenborg, donde las piezas se exponen como parte de las joyas reales.
El conjunto fue diseñado por el joyero CM Weisshaupt y fue un regalo del Rey Christian VIII a su esposa, la Reina Carolina Amalia, por sus bodas de plata, celebradas el 22 de mayo de 1840. Para su realización se usaron 67 esmeraldas y 2.650 diamantes, lo que da cuenta del enorme valor de un aderezo que la Reina Alejandrina decidió enviar a Rosenborg para su cuidado y custodia.
Las joyas de la Corona están expuestas en este castillo de Copenhague, pero al mismo tiempo son utilizadas por la Reina de Dinamarca cuando procede, algo único en el mundo. Eso sí, la condición es que no pueden salir del país, por que solo pueden ser lucidas en retratos de gala o en eventos del más alto nivel que tienen lugar en territorio danés. Nunca se podrá ver a una Reina de Dinamarca en el extranjero con estas piezas, sino que para ello están otras joyas de la colección que sí pueden abandonar el país para ser lucidas por la Reina titular o la Reina Consorte.
Asimismo, la Reina Mary luce un retrato en miniatura del Rey en relación a la Orden Danesa, lo que se relaciona con la costumbre de las mujeres de la Familia Real Danesa de llevar un pequeño retrato de quien ostenta el trono. Esta pieza fue realizada por Tom Mulline y se engastó en un marco con brillantes que perteneció a la Emperatriz Amelia de Brasil, que al morir sin hijos se lo legó a su hermana, la Reina Josefina de Suecia. De ella acabó en su nieta, la Reina Lovisa de Dinamarca, entrando así en la Familia Real Danesa.