FAMILIA IMPERIAL IRANÍ

Farah Diba hace balance de su exilio: "Me propuse mantener cierta dignidad ante momentos tan dolorosos"

La viuda del Sah de Irán no ha vuelto a su país desde hace cuatro décadas y pasado el tiempo todavía se emociona al compartir sus últimos recuerdos antes de la Revolución Islámica.

Juan Salgado 23 Febrero 2019 en Bekia

Galería: Invitados al concierto por el 80 cumpleaños de la Reina Sofía

El pasado 11 de febrero se cumplió el 40 aniversario de la Revolución Islámica que acabó con la Monarquía en Irán. Una dinastía, los Pahlavi, que llevaba en el poder más de 200 años y que se vio obligada a partir al exilio sin perspectivas optimistas de poder volver. Cuatro décadas después, la Familia Imperial Iraní todavía sueña con regresar a su país.

Con motivo de tan trágico aniversario, la Emperatriz Farah Diba (viuda del Sah Mohamed Reza Pahlavi) ha decidido conceder una entrevista a la revista francesa Point de Vue en la que, con dolor, recuerda los dolorosos momentos que siguieron al 16 de enero de 1979: el día en el que junto a su familia tuvo que abandonar Irán. Una jornada de la que la Emperatriz recuerda el viaje en helicóptero (pilotado por su propio marido), las lágrimas de sus seguidores y los incesantes flashes de los fotógrafos que captaron el momento en el que la Familia Imperial se iba del país para no volver: "En ese momento me di cuenta de que dejaba todo, mi familia, mi casa y mi país".

Sin embargo, lo peor estaba todavía por llegar. Los países antaño aliados se habían vuelto ahora en su contra y prácticamente nadie se dignó a darles refugio. El único que se atrevió en primer lugar a hacerlo fue el Egipto de Anwar Al-Sadat. Pero de ahí tendrían que partir a Marruecos y a una larga lista de países durante los siguientes meses entre los que se encuentraban Bahamas, México, Estados Unidos, Ecuador y Panamá. "Es en ese momento cuando nos convertimos en verdaderos exiliados vagando de un país a otro", recuerda Farah Diba.

La enfermedad y muerte del Sah en 1980 fue sin duda lo más traumático de ese convulso periplo, pero a pesar de todo su tercera esposa se prometió a sí misma - por su bien, por el bien de la familia y por el bien de los monárquicos iraníes - no perder la compostura y mantener la cabeza bien alta: "Me propuse mantener cierta dignidad ante momentos tan dolorosos".

Los años siguientes estarían marcados por la muerte también de dos de sus hijos: la Princesa Leila en 2001 y el Príncipe Alí Reza en 2011. Sin duda un duro golpe del que cuesta recuperarse, tal y como ella confesaba en sus 'Memorias' (2003): "Nunca te sobrepones a la muerte de un hijo. Yo que soy capaz, según dicen, de ayudar a jóvenes iraníes desarraigados y a una comunidad expulsada de su tierra, no conseguí ayudar a mis propios hijos. Esta impotencia me atormentará mientras viva".

El Sah, siempre en su recuerdo

Actualmente Farah Diba y su familia viven a caballo entre los Estados Unidos y París, desde conde la Emperatriz guarda todavía un gran recuerdo de su malogrado esposo:"Lo recuerdo como un caballero y no os podéis imaginar la manera en la que se comportaba con los niños. No era nada autoritario. Jugaba con ellos todo el rato desde que llegaban del colegio y corrían hacia su despacho o hacia su habitación". Sin duda, los recuerdos son la mejor forma que tiene para mitigar el dolor de su exilio.