La Visita de Estado del Presidente de Alemania y su esposa a Suecia ha devuelto el esplendor habitual de los Bernadotte en las cenas de gala. La gran ausente fue Sofia de Suecia.
La pandemia ha provocado que lo que fuera habitual, tuviera que dejar de serlo. Para las Casas Reales, las visitas oficiales y de Estado eran muy frecuentes y se alternaban entre anfitriones o visitantes. En ellas, es costumbre que se ofrezca una cena de gala en la que los royals sacan sus mejores galas, y en el caso de ellas, las tiaras que solo se colocan en momentos tan concretos y especiales como estos.
Mientras en España la Reina Letizia no ha recuperado la costumbre de sacar las joyas de la Familia Real, en Suecia sí se han lanzado a hacerlo. Sucedió con motivo de la cena de gala que la Familia Real Sueca ofreció a Frank-Walter Steinmeier, Presidente de Alemania, y su esposa, Elke Büdenbender, de Visita de Estado en el país escandinavo entre el 7 y el 9 de septiembre de 2021.Tras un día marcado por el recibimiento a pie de pista por Victoria y Daniel de Suecia al Presidente de Alemania y su esposa, y por la ceremonia de bienvenida en la que incluso estuvo Sofia de Suecia, que no ha retomado totalmente su agenda tras haber dado a luz a su tercer hijo el 26 de marzo de 2021, por la noche llegó el momento de la cena de gala en honor a tan ilustres visitantes.
Si bien la Familia Real Británica es la que mejor maneja la pompa propia de la Monarquía, los Bernadotte no se quedan atrás. De hecho, han sido ellos los que han organizado la primera cena de gala desde el comienzo de la pandemia en la que han vuelto a salir los grandes vestidos, las condecoraciones y las tiaras, guardadas en los joyeros reales desde hacía ya demasiado tiempo.La Tiara de las Nueve Puntas y la Connaught
La ocasión lo merecía para agasajar por todo lo alto al representante de un país que mantiene excelentes relaciones con Suecia. Además, no hay que olvidar que la Reina Silvia es alemana y que el propio Carlos XVI Gustavo es hijo de alemana, la Princesa Sibila de Sajonia-Coburgo-Gotha. De sus lazos familiares con el país germano habló el Monarca con estas palabras: "Me complace especialmente que la primera Visita de Estado entrante desde el estallido de la pandemia haya venido de Alemania en particular. Un país con el que Suecia tiene una relación muy estrecha y con el que tanto la Reina como yo tenemos fuertes lazos familiares". A todo ello se une la sintonía que han mostrado en una Visita de Estado de tres días en la que los Reyes se han convertido en los perfectos anfitriones.
Así, los Reyes de Suecia abrieron el Palacio Real de Estocolmo a Frank-Walter Steinmeier y Elke Büdenbender, a los que recibieron en la sala Lovisa Ulrike para después pasar al Mar Blanco, donde se sirvió una cena para unos 70 invitados entre los que estuvieron la Princesa Victoria, el Príncipe Daniel y el Príncipe Carlos Felipe. La gran ausente fue la Princesa Sofia, que interrumpió su baja por maternidad para la ceremonia de bienvenida, pero por la noche decidió quedarse en casa al cuidado de sus hijos, y más concretamente del Príncipe Julian, que solo tiene 5 meses.
La tiara elegida por la Reina Silvia fue la Tiara de las Nueve Puntas. Es una de sus favoritas, lo que quizás le llevó a escogerla. Además, fue un encargo personal del Rey Oscar II de Suecia para su esposa, la Reina Sofia, a una joyería berlinesa en 1860, por lo que la conexión alemana estaba clara. Por su parte, la Princesa Victoria escogió la Tiara Connaught, que llegó a la Familia Real Sueca como regalo del Príncipe Arturo de Reino Unido y la Princesa Luisa Margarita de Prusia, a su hija Margarita de Connaught cuando se casó con Gustavo VI Adolfo de Suecia. Gustavo VI Adolfo y Margarita eran los abuelos paternos del Rey Carlos XVI Gustavo.
Además de las tiaras llamó la atención el vestido elegido por la Princesa Victoria. No solo no estrenó, sino que tiró de fondo de armario para encontrar el vestido perfecto. Y lo encontró en uno de Escada que había estrenado en la recepción previa a la boda de los Duques de Cambridge en Londres en abril de 2011, un traje que le sigue quedando igual de bien que entonces.