Entre los bienes reclamados se encuentran una casa y dos castillos en Montenegro, así como diversos inmuebles distribuidos entre Eslovenia, Serbia, Bosnia y Macedonia. Dichos inmuebles incluirían una mina de oro, una librería, una central eléctrica, un cuartel militar y un chalé. Aparte de estas propiedades, los Karaorevi también quieren recuperar las joyas y monedas que tuvieron que entregar al gobierno que les arrebató el trono.
El origen de las reclamaciones data de 2011, cuando se promulgó una ley que les otorgaba el derecho a exigir la devolución de las propiedades decomisadas entre 1945 y 1968. De hecho, la Familia Real ya ha recuperado una villa localizada en Belgrado y que había sido reconvertida en Embajada.
Una Familia Real discreta
Los Karaorevi son una de las familias reales en el exilio más discretas. De hecho, si no fuese por los lazos sanguíneos que los vinculan con la Reina Sofía de España, apenas se hablaría de ellos. La Reina emérita fue precisamente una de las invitadas al enlace del Príncipe Felipe de Serbia con Danica Marinkov.