Los Reyes Harald y Sonia de Noruega han abandonado por unas horas su residencia de Royal Lodge Kongssetern y los Príncipes Haakon y Mette-Marit, junto a sus hijos los Príncipes Ingrid Alexandra y Sverre Magnus, han hecho lo propio desde su casa de Skaugum para acudir al Palacio Real, donde han llegado en coches descapotables saludando a los pocos noruegos que se iban cruzando.
Una vez allí, siguiendo con la tradición, han salido al balcón para saludar y para lucir su mejor sonrisa, tratando de poner una nota positiva al complicado momento que se está viviendo por la pandemia del coronavirus. Eso sí, aunque no llevaban ni guantes ni mascarilla, sí han tratado de mantener en todo momento la distancia de seguridad.
Cumpliendo con la distancia de seguridad
Un Día Nacional muy atípico en el que la Familia Real de Noruega ha querido mostrar su compromiso con su pueblo y, después de cumplir con el tradicional saludo desde el balcón, han visitado un centro de mayores y un edificio de viviendas de Borgen que alojan a personas con discapacidad.