Después de una larga ausencia, la Princesa Charlene ha ido retomando los actos oficiales, por lo que se esperaba que acudiera a la entrega de trofeos en el Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco. Y por supuesto allí estuvo, seria en algún momento, pero principalmente muy sonriente y contenta, sobre todo cuando estaba con sus hijos, el Marqués de Baux y la Condesa de Carladès.
Otros de los presentes fueron Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo, que estuvieron acompañados de sus tres hijos: Sasha, India y Max. No faltaron Carlota Casiraghi con su hijo mayor, Raphaël Elmalheh, así como Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo con uno de sus vástagos, que protagonizó una tierna imagen con su madre. Además, Alexandra de Hannover se dejó ver con su pareja, Ben-Sylvester Strautmann.
Los cuatro hijos de Carolina de Mónaco estuvieron al completo. De esta rama familiar faltaron, además de la Princesa de Hannover, Dimitri y Balthazar Rassam, marido e hijo respectivamente de Carlota Casiraghi, y otro de los hijos de Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo. En cuanto a la descendencia de Estefanía de Mónaco, se dejaron ver Louis Ducruet y su esposa Marie, así como Camille Gottlieb. Sin embargo, los Ducruet-Gottlieb no posaron con sus primos Casiraghi.
Tampoco hubo posado de los Casiraghi con Alberto y Charlene de Mónaco y sus hijos, pero la familia de Carolina de Mónaco si posó y pasó tiempo con los Wittstock. Gareth Wittstock, el hermano de la Princesa Charlene que vive en Mónaco, así como Sean y Chantell Wittstock, que viajaron desde Sudáfrica, mostraron su complicidad con los Casiraghi-Hannover.
Y todo esto después de las palabras de Charlene de Mónaco en los Monte-Carlo Fashion Awards, donde dejó claro que los rumores sobre su vida y su matrimonio son mentira: Me parece lamentable que ciertos medios vendan esos rumores sobre mi vida, sobre mi relación. Como todos, somos seres humanos y como todos los seres humanos tenemos emociones, debilidades, solo que nuestra familia está expuesta a los medios y la más mínima debilidad se transmite". Además, se deshizo en buenas palabras hacia Alberto de Mónaco, al que calificó como un apoyo y que es una prioridad para ella junto a sus hijos y a su propia salud. "Estoy muy feliz de haber vuelto a Mónaco y estar con mi familia, añadió además a Monaco Matin.
Solo rumores
Estas palabras se unen a esta gran aparición. Con ella, los Grimaldi muestran que los rumores son solo eso, rumores. La Princesa Charlene estuvo sonriente y cómoda y por supuesto encantada de que sus hermanos, a los que adora, se dejaran ver con los hijos de Carolina de Mónaco. De esa forma se acababa con otra de las habladurías relacionadas con la Princesa de Hannover. Por un lado se dijo que en el contrato que Charlene de Mónaco habría hecho firmar al Príncipe Alberto para volver a los actos oficiales le habría exigido no coincidir nunca más con Carolina de Mónaco y que al mismo tiempo la Princesa de Hannover habría conseguido que fuera nombrada ella regente llegado el caso y no Charlene de Mónaco. Si bien es cierto que las dos cuñadas no han reaparecido juntas, nada parece indicar que todo esto sea verdad.
Los Grimaldi son, pese a todo, una familia unida. También son una familia con muchas luces e innumerables sombras, con sus más y sus menos. Saben que siempre están en el foco y por eso, además de palabras, utilizan gestos y apariciones públicas para desmentir lo que quieren que quede claro que no es verdad.