Son varios los países que tienen monarquía parlamentaria que celebran su Fiesta Nacional con motivo del cumpleaños de su Jefe del Estado. En Países Bajos es el 27 de abril, en Reino Unido el segundo sábado de junio (Trooping the Colour), mientras en Luxemburgo el gran día tiene lugar cada 23 de junio.
En el caso de la corte ducal, el Gran Duque Enrique cumple años el 16 de abril, pero ha mantenido la costumbre de que la Fiesta Nacional sea en la víspera de San Juan para disfrutar de un tiempo más agradable. Esta tradición fue impuesta por la abuela del actual Soberano, la Gran Duquesa Carlota, que consideró que un 23 de enero no era el mejor día. Su hijo, el Gran Duque Juan, mantuvo la festividad, ya que su cumpleaños es el 5 de enero. Quizás por eso, Enrique I no ha querido romper con lo establecido.
Así, la Familia Real de Luxemburgo se reunió al completo para un día muy especial, algo complicado, ya que no todos los hijos de los Grandes Duques residen en el país más pequeño de los que componen el Benelux.
Todos juntos en la Fiesta Nacional
El poder de convocatoria de Enrique de Luxemburgo fue grande, ya que tuvo con él a sus cinco hijos y sus tres nueras. No estuvieron sus tres nietos, que no participan en la vida oficial del Gran Ducado.
Para empezar, se celebró una ceremonia en el edificio de la Filarmónica. Allí tomó la palabra el primer Ministro, Xavier Bettel, con quien la Gran Duquesa ha tenido sus más y sus menos en los últimos meses. La causa es la política de contrataciones de la Corte Ducal, que no es del agrado del Gobierno.
La Casa Real quería modernizarse, pero el Ejecutivo está pendiente de todos sus movimientos. El último encontronazo vino de la mano de Chantal Selva, consultora externa francesa que se llevaba muy bien con la Gran Duquesa y que iba a ser premiada durante la Fiesta Nacional. Al descubrir que Selva tenía una causa pendiente judicial, el Gobierno ordenó su salida, creando un nuevo encontronazo.
Problemas aparte, los Nassau-Weilburg y Borbón-Parma se mostraron muy felices en todos los actos. De la Filarmónica se desplazaron a la Catedral para asistir a un Te Deum. Posteriormente presidieron un desfile militar, cerrando el día con una recepción en el Palacio Ducal donde destacaron los vestidos y las joyas de la Gran Duquesa, la Gran Duquesa Heredera, la Princesa Claire, la Princesa Alejandra y la Princesa Tessy.