La Basílica de San Miniatoal Monte de Florencia acogió este fin de semana la celebración de la boda religiosa de la Princesa María Carolina de Borbón-Parma y el empresario Albert Brenninkmeijer, que sellaron su amor ante invitados de máxima alcurnia.
Entre los invitados no faltó la Familia Real Holandesa; de este modo acudieron la Reina Beatriz y los Príncipes Guillermo y Máxima, que no se separaron ni un momento de la Princesa Mabel, que asistió a pesar de que su esposo el Príncipe Friso sigue ingresado en estado de coma. La Reina y Máxima destacaron por su elegancia, mientras que Mabel fue la más discreta de las invitadas.
Esta ha sido la segunda boda para María Carolina y Albert, que han querido celebrar su enlace religioso el 16 de junio, casi dos meses después de que tuviera lugar su boda civil en el Ayuntamiento de Wijk bij Duurstede, cerca de Utrecht (Holanda), donde la ceremonia fue más sencilla y con menos invitados.
La princesa y el empresario
María Carolina de Borbón-Parma nació en la localidad holandesa de Nimega el 23 de junio de 1974. Cuenta con los títulos de princesa, Marquesa de Sala y Duquesa de Gernika por ser hija de Carlos Hugo de Borbón-Parma, jefe de la rama carlista. Asimismo es también hija de la princesa Irene de Holanda, hermana de la Reina Beatriz, miembro de la Ordine del Merito di San Lodovico y Dama Gran Cruz de la Sagrada Orden Militar Constantiniana de San Jorge.
La aristócrata, que estudió Ciencias Políticas, habla inglés, holandés y español y compagina su labor como miembro de la Casa Carlista con su empleo en Naciones Unidas, donde trabaja como responsable del área de Latinoamérica y Asia.
Por su parte, Albert Brenninkmeijer nació el 16 de mayo de 1974 en París, estudió Economía en la Universidad de Edimburgo y cuenta con un máster en Dirección y Administración de Empresas de la Universidad de Oxford. En la actualidad desempeña un cargo directivo en la empresa C&A en Francia, propiedad de su familia.