La iglesia de Nuestra Señora de la Ascensión de Apeldoorn (Países Bajos) fue el escenario elegido por el Príncipe Jaime de Borbón-Parma y Viktória Cservenyák para celebrar su boda religiosa acompañados de sus familiares y amigos.
Entre estos parientes se encuentra la Familia Real Holandesa, debido a que Jaime de Borbón-Parma es el tercero de los cuatro hijos que Carlos Hugo de Borbón-Parma, pretendiente carlista al Trono de España, tuvo con la Princesa Irene de Holanda.
Los invitados que más sensación causaron fueron los Reyes Guillermo Alejandro y Máxima, primos hermanos del novio, que llegaron al templo junto a sus tres hijas, las Princesas Amalia, Alexia y Ariane, que iban vestidas iguales.
La Princesa Beatriz apareció muy elegante acompañada de su nuera, la Princesa Mabel, vestida de negro y con semblante triste. Entre ellas, Luana, la hija mayor del fallecido Príncipe Friso, mientras que Zaria no llegó con ellas porque fue una de las damitas de honor de la boda.
Los Príncipes Constantino y Laurentien y sus tres hijos Eloise, Claus Casimir y Leonor, los Príncipes Aimée y Floris y sus hijas, la Princesa Margarita y Pieter van Vollenhoven, la Princesa María Carolina de Borbón-Parma y Albert Brenninkmeijer fueron otros de los ilustres invitados a esta boda.
El novio llegó del brazo de la Princesa Irene, muy elegante vestida de rojo. Poco después llegaba la novia, Viktória Cservenyák, una abogada holandesa de origen húngaro que escogió para casarse un vestido de Claes Iversen. Tras la ceremonia, los invitados se trasladaron al Palacio Het Loo para el banquete nupcial.