La Familia Real de Holanda está de luto. La Princesa Cristina fallecía el día 16 de agosto tras una lucha de 14 meses contra un cáncer de huesos a los 72 años. La Princesa siempre se mostró positiva ante la situación porque la consideró como una enfermedad crónica, pero pasado este tiempo la enfermedad pudo con ella y su familia ha tenido que despedirla tras la larga lucha.
Antes de su muerte, la Princesa Cristina dejó dicho a sus familiares cómo quería que fuera su último adiós, ya que lo tenía muy claro: nada de negro ni de grandes homenajes. La Princesa quería que sus familiares más cercanos fueran con una flor en la solapa y con colores vivos, algo que ha dado un toque más emotivo si cabe al funeral. Sus restos mortales han sido trasladados desde el edificio Koepel van Fagel hasta una pequeña estancia encima del edificio de las Cocheras Reales.
El ataúd estaba adornado con multitud de girasoles, las flores favoritas de la fallecida. Además, la Princesa Cristina tenía claro que no quería un funeral lleno de gente, sino que deseaba que estuvieran las personas más importantes. El corte fúnebre estaba encabezado, como no podía ser de otra manera, por sus tres hijos, Bernardo, Juliana y Nicolás. Tras ellos, las Princesas Beatriz, Irene y Margarita, visiblemente afectadas.
Los Reyes Holanda, apenados
Quien tampoco faltó a un momento tan especial para la familia fueron los Reyes de Holanda, Guillermo y Máxima. Ambos lucían ropa colorida y la flor en la solapa, pero sus rostros delataban la tristeza que sentían ante la pérdida de la Princesa Cristina. Tras ellos, la Princesa Mabel de Holanda también denotaba tristeza, quien ya tuvo que afrontar la pérdida más dolorosa hace años: su marido Friso de Holanda.