Margarita de Dinamarca sigue con su fin de semana grande marcado por las celebraciones de su Jubileo de Oro, el conjunto de actos que conmemoran sus cincuenta años al frente de la Corona danesa. Si ayer estuvo disfrutando de una función en su honor en el Teatro Real de Copenhague, la mañana del domingo la ha reservado para acudir junto a sus hijos y nietos al tradicional servicio de acción de gracias ofrecido en la Catedral Nuestra Señora de Copenhague.
Hasta allí han acudido el Príncipe Federico y Mary de Dinamarca, esta vez sí con sus cuatro hijos. Recordemos que en el acto de ayer por la noche solo los dos mayores, el Príncipe Christian y la Princesa Isabel, se dejaron ver acompañando a sus padres en el tributo a su abuela. Sin embargo, para el oficio religioso sí hemos podido ver tanto Christian e Isabel de Dinamarca, como a sus hermanos, los Príncipes Vicente y Josefina, ambos con el azul en sus vestimentas como protagonistas.
Pero no han sido los únicos, sino que junto a la Reina Margarita, que de nuevo elegía el rojo para su vestimenta, también se dejaban fotografiar a las puertas de la Catedral, los Príncipes Joaquín y Marie de Dinamarca, el otro hijo de la monarca y su mujer. Con ellos asistían también los dos hijos mayores del Príncipe Joaquín, Nicolás y Félix de Dinamarca, nacidos de su primer matrimonio con Alexandra Manley; así como los tres hijos que el vástago de la Reina tiene con Marie de Dinamarca. Ha sido la ocasión perfecta para poder ver a los Príncipes Enrique y Athena, de trece y diez años respectivamente, ya que por su edad no siempre participan de todos los actos públicos.
Unos festejos accidentados
No cabe duda que a la Reina Margarita de Dinamarca no se le va a olvidar su Jubileo de Oro. Técnicamente este debía haberse celebrado en enero de 2022, que era cuando se cumplían exactamente las cinco décadas de la monarca como Jefa de Estado. Sin embargo, el coronavirus y las limitaciones derivadas de este provocaron su aplazamiento hasta unos meses más tarde, cuando se pudieran celebrar actos multitudinarios.
El mes de septiembre parecía ser la fecha idónea para ello, pero solo dos días antes de que dieran inicio esos actos, se producía el fallecimiento de la Reina Isabel II de Reino Unido. Si bien la Casa Real danesa decidió no suspender por completo los eventos del Jubileo de Oro, la Reina sí decidió cancelar (con la idea de festejarlos posteriormente) los más festivos y adaptar otros, manteniendo así un perfil bajo acorde al luto que se estaba viviendo en la Familia Real Británica.
