Como cada 25 de diciembre, la Familia Real Británica se ha reunido para acudir todos juntos a la tradicional Misa de Navidad que se celebra en la Iglesia de Santa María Magdalena, en Sandringham, donde la Reina tiene una de sus residencias privadas. De esta manera, en este encuentro navideño se han podido ver al Príncipe Carlos, Camilla Parker, los Duques de Wessex, la Princesa Ana, las Princesas Beatriz y Eugenia de York, el Príncipe Andrés -en un discretísimo segundo plano- o los Duques de Cambridge con sus dos hijos mayores, Jorge y Carlota, que han acaparado todas las miradas.
Esta misa se celebra a las 11 de la mañana de manera pública, y dos horas antes la Reina puede tener acceso a un servicio privado para comulgar. Isabel II, vestida para la ocasión con un abrigo oscuro y un pañuelo en la cabeza, ha llegado en coche, mientras que el resto de la familia aparecía caminando. Todos ellos se han mostrado muy sonrientes, y no han dudado en saludar a la gente que se agolpaba para felicitarles la Navidad, exhibiendo así su lado más afable.
Sin los Duques de Sussex ni el Duque de Edimburgo
Pero, si algo ha marcado esta reunión han sido las ausencias. La más llamativa ha venido por parte de los Duques de Sussex y el pequeño Archie, que no están pasando las fiestas navideñas junto a la Familia Real. En su lugar, el Príncipe Harry y Meghan Markle se encuentran en Canadá, disfrutando de las personas más cercanas a la exactriz y alejados del foco mediático, algo que revela el alejamiento que existe entre ellos y el resto del clan, lo que ya se ha podido observar en otras ocasiones.
Quien tampoco acudió al acto fue el Duque de Edimburgo después de haber tenido que estar ingresado durante varios días en el Hospital Rey Eduardo VII de Londres. Aunque recibió el alta para poder pasar las fiestas en casa, su delicado estado de salud ha hecho que se ausente en esta Misa, aunque sí pasó Nochebuena junto al resto de su familia. De esta manera, la bonita estampa familiar se ve empañada por notables faltas que hacen que la imagen de la monarquía británica no termine de mejorar y se muestre en un mal momento, tanto familiar como institucional.